La Autoridad Portuaria de Gijón está barajando tres alternativas para reducir el precio de su antigua sede frente al Puerto Deportivo, después de que la primera subasta con un precio de salida de 3,58 millones de euros quedara desierta. Ni un inversor asturiano respaldado por la cadena hotelera NH ni el grupo Hotusa formalizaron oferta en la subasta que se cerró en julio, a pesar de que habían mostrado interés por hacerse con el edificio. El precio acabó por resultar disuasorio. Una rebaja del 15%, encargar una nueva tasación o vender los dos edificios adosados sin el aparcamiento privado que hay frente a ellos son las tres alternativas que estudia la Autoridad Portuaria para volver a sacar a subasta el inmueble y conseguir que haya ofertas por el mismo. La probable retasación del inmueble se encargaría en septiembre.
La sede histórica de la Autoridad Portuaria está constituida por dos edificios adosados, uno de ellos levantado en 1909 y el otro en 1982, este último construido en su día para viviendas de directivos portuarios. Entre ambos suman 2.864 metros cuadrados, a los que hay que sumar una parcela frente a ellos de 877 metros cuadrados con 20 plazas de aparcamiento.
De las tres alternativas que bajara el Puerto para volver a poner en venta su antigua sede, la que contempla excluir de la subasta la parcela con 20 plazas de aparcamiento tiene un problema aparejado, como es que podría disuadir a los potenciales compradores que quieran reconvertir los edificios en un hotel de cinco estrellas. La normativa de turismo exige que un hotel cuente con aparcamiento propio como uno de los requisitos para otorgarle las cinco estrellas. Ese, por ejemplo, es uno de los problemas con los que se está encontrando el hotelero que impulsa la habilitación como hotel de lujo del edificio del antiguo bar El Molinucu (que hace esquina entre las calles La Merced y Domínguez Gil), que está encontrando dificultades para que Turismo otorgue las cinco estrellas a ese proyecto, entre otras cosas, porque carece de aparcamiento propio.
De las otras dos alternativas, la de implementación más inmediata podría ser la rebaja del 15% sobre el precio de salida de la primera subasta, dado que eso es lo que marca la legislación tras haber quedado sin pujas el primer intento. No obstante, a esta opción también le pueden poner peros dado que la tasación que se había hecho del inmueble para la primera subasta ya ha caducado, con lo que haría falta encargar una nueva tasación, cuyo resultado podría diferir en un porcentaje distinto al 15% del precio marcado por la tasación ya caducada, dado que se realizó hace más de un año y ese es el límite de vigencia de la misma.
El precio ha sido el factor que echó para atrás a las dos cadenas interesada en convertir la antigua sede portuaria en un hotel de lujo en una de las zonas más emblemáticas de Gijón. El industrial avilesino Ignacio Santiago Pereiras se había interesado inicialmente por alquilar el edificio a largo plazo, opción que vetó Puertos del Estado. Este empresario ya ha construido otros hoteles en Asturias que explota la cadena NH, que en este caso también se encargaría de la explotación del nuevo hotel de cinco estrellas si finalmente lo adquiere Santiago Pereiras. El industrial avilesino ya había señalado tras la apertura de la anterior subasta que las cuentas no le salían con el precio de salida de la misma, más la inversión necesaria para transformar el inmueble en un hotel de lujo con 39 habitaciones.
El grupo hotelero Hotusa, que gestiona el hotel de la Reconquista en Oviedo y que cuenta con hoteles en el Puerto de Barcelona y en el Puerto de La Coruña, también estaba dispuesto a pujar por el inmueble de Gijón, pero en el último momento se echó para atrás.
Si cuaja la transformación en hotel de cinco estrellas de la antigua sede de la Autoridad Portuaria, Gijón contará a medio plazo con tres nuevos hoteles de lujo en el centro de la ciudad. Los otros dos proyectos son los del edificio de El Mulinucu que impulsa el empresario hotelero Tino Álvarez, y el que va a hacer Promotora Los Campos en un edificio del arquitecto Manuel del Busto en la calle Marqués de San Esteban.
La venta de la sede histórica del Puerto se enmarca dentro del plan para enajenar todo su patrimonio no necesario para la actividad y amortizar con esos ingresos parte del crédito de 215 millones de euros que en su día concedió Puertos del Estado, a través del ICO, para que El Musel pudiera pagar los sobrecostes de la obra de ampliación. Además de la sede histórica, la enajenación incluye: La Quinta de la Vega, ya adquirida por el Ayuntamiento; terrenos en Jove, entre ellos un campo de fútbol; la parte portuaria del solar del antiguo astillero Naval Gijón y la mayoría accionarial de la terminal de graneles sólidos Ebhisa, así como las grúas pórtico de esta terminal que son propiedad del Puerto.
