"Queremos mostrar nuestro rechazo a la barbarie terrorista y al horror de la violencia, y mostrar nuestro apoyo a las víctimas, sus familias y amigos con una canción tradicional asturiana , un sentido adiós a los que nos han dejado y una apuesta por la vida y la paz". Este escueto texto, acompañado de la "Marcha d'Antón el neñu" sustituyó, el pasado viernes, al pregón con el que Lola Salvador iba a iniciar la fiesta.

Lo que comenzó como una fiesta descafeinada, con la mente puesta en Cataluña, finalizó en el día de ayer con una sesión vermú, "la más multitudinaria de nuestra historia con diferencia, nunca tuvimos tanta gente", aseguró ayer el organizador, Xuan Pandiella, "hasta que tuvieron que echarnos una mano", rememoró. Antes, había tenido lugar una misa solemne, cantada por el coro femenino Santa Bárbara de Vega, acompañada de una procesión con el Santísimo Sacramento.

Y una misa también fue la que dio inicio al penúltimo día festivo en el barrio de Contrueces, oficiada por los padres Claretianos, junto con el coro Nuestra Señora de Contrueces, seguida de una procesión y la actuación del grupo folclórico "Xolgoriu", antes de la puya'l ramu.

Mientras, el prau de la fiesta, se llevaba a cabo una sesión vermú y una gran comida vecinal acompañada por el grupo de baile "Trebeyu". "Tenemos el mejor prau de Gijón para hacer fiestas", aseguró el tesorero de la Asociación de Festejos, Eduardo Diéguez, "es amplio, no tiene árboles, no hace falta coger el coche para ir y no molesta a nadie, porque siempre enfocamos el escenario de espaldas a los pisos", aseguró. Eso, sumado al tiempo "que acompaña", hizo que todas las actividades estuvieran "hasta arriba de gente, tanto los fuegos artificiales como las verbenas" y más aún en la noche de ayer, en la que actuó Assia, "que siempre arrastra mucha gente".

Parte de ese público se animó a adquirir el gorro que la asociación de festejos puso a la venta para recaudar fondos para la Asociación Española Contra el Cáncer. "Ya vendimos más de 200, es nuestro granito de arena", enfatizó Diéguez, que para hoy espera una gran afluencia en la exhibición de la Guardia Civil que, explicó, "será mayor que la del año pasado, con perros y explosivos".

En la parroquia de La Pedrera finalizaron ayer las fiestas de San Roque en Fontaciera con misa y procesión con bailes del grupo "Turruxón". Tras ello, tuvo lugar una multitudinaria fabada, con "más de 220 raciones vendidas", explicitó el presidente de la Asociación de Festejos, Adán Gil, quien solicitó al Consistorio gijonés "más colaboración para con las fiestas más pequeñas" en las que las reivindicaciones y la solidaridad van de la mano con el disfrute.