El carguero "Zeeland" atracó anoche en el Muelle Ingeniero Marcelino León albergando en su bodega las piezas de la nueva grúa que la empresa Gottwald-Terex ha construido en su factoría de Alemania para la terminal de graneles sólidos, Ebhisa. La grúa, que supone una inversión de 4,9 millones de euros, fue encargada el 27 de septiembre del año pasado al fabricante estadounidense para reemplazar el pórtico número dos de Ebhisa, que quedó inutilizado tras un accidente en enero de 2016, cuando la pluma del pórtico se empotró contra la chimenea de uno de los barcos que estaban atracados en la terminal. El pórtico fue declarado siniestro total. Las piezas de la nueva grúa fueron embarcadas en el puerto holandés de Westdorpe.

La máquina, cuyas piezas suman unas 400 toneladas, se descargará esta mañana en el muelle de Ebhisa y tardará entre una y dos semanas en montarse. A más tardar tendrá que estar plenamente operativa para octubre. Ebhisa también encargó a Taller Mecánico Manuel Silva una tolva ecológica para la descarga con esta grúa, por otros 3,3 millones de euros. La inversión conjunta totaliza 8,3 millones.

La grúa tiene una capacidad de elevación máxima de 63 toneladas, frente a las 50 que tienen los pórticos de Ebhisa. Irá montada sobre una estructura de tipo pórtico, lo que le permitirá desplazarse por los raíles de la terminal con dos carriles con una luz entre ellos de 22 metros y el gálibo suficiente para pasar sobre las cintas ubicadas en el muelle de minerales. El alcance efectivo de la grúa durante su operación es de 30 metros, inferior al que tienen los pórticos.

Ebhisa optó por encargar una grúa automóvil por su menor coste respecto a un pórtico, así como por el menor plazo de entrega de la misma. La empresa considera que una grúa de este tipo dará un rendimiento medio de 1.000 toneladas descargadas a la hora, pudiendo llegar a alcanzar máximos de 1.200 toneladas a la hora.

La merma en la capacidad de descarga tras el siniestro de enero de 2016 llevó a Ebhisa a alquilar, en julio del año pasado, una grúa automóvil a Alvargonzález, que desde entonces descarga junto a los dos pórticos. Esa grúa alquilada será sustituida por la adquirida por Ebhisa.

Uno de los obstáculos del nuevo equipamiento es que es más difícil de manejar que un pórtico. En el pórtico el gruista está viendo la bodega del barco, lo que no ocurre con una grúa automóvil.

La tolva ecológica que se le acoplará, dotada de equipos de aspiración con filtro de mangas y un sistema de cierre que abrirá automáticamente al acercarse la cuchara, contribuirá a reducir la polución que se genera durante las descargas.