La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un texu en la UVI del Botánico

El Jardín gijonés cuida desde hace meses de un ejemplar mutilado que iba a ser destinado al comercio ilegal de bonsáis

El ejemplar de texu que se recupera en el Botánico. JUAN PLAZA

El Jardín Botánico Atlántico de Gijón cuenta desde el pasado mes de marzo con un inquilino especial en cuidados intensivos: un texu (taxus baccata) de más de 30 años de existencia que sufrió durante años dañinas podas para tratar de convertirlo en bonsái. El árbol, muy deteriorado, lucha desde hace meses por recuperarse en un espacio acondicionado en el jardín gijonés específicamente para él, una tarea ardua con pocas expectativas de éxito a la que no obstante se han entregado con entusiasmo los especialistas del centro.

La historia de este ejemplar arranca en los Puertos de Agüeria, entre Quirós y Teverga, donde dos guardas de la Guardería de Medio Natural de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales dieron el alto a un hombre que, de forma furtiva, trataba de huir con el árbol malherido en el maletero de su coche. Tras las pertinentes investigaciones se supo que el tejo había sido podado de forma constante en los últimos años. "Más bien destrozado", matiza Susana Noriega, responsable de Mantenimiento y Conservación del Botánico. Porque el texu estaba "completamente mutilado, arrancado desde hacía varios días, sin apenas raíces". A todas luces víctima de una técnica que, como indica la experta, utilizan quienes trafican con bonsáis.

Se trata del "yamadori", un término japonés empleado para referirse a los árboles que se extraen directamente de la naturaleza para convertirlos en bonsáis decorativos. Quienes ponen en práctica esta práctica con árboles protegidos, como en el caso del texu, ponen también en riesgo la vida de los propios ejemplares arbóreos.

Tal y como explica Noriega, los especímenes así obtenidos llegan a alcanzar un precio de miles de euros en el mercado ilegal, y los más valorados son precisamente aquellos que "tienen aspecto de haber sido moldeados y machacados por la naturaleza y la intemperie". Precisamente para ello se los somete a podas muy agresivas, antes de arrancarlos de su hábitat, recuperarlos "con escaso índice de éxito" y, si lo logran, venderlos a un buen precio en el mercado de este tipo de especies.

Fue lo que trataron de hacer con el texu de los Puertos de Agüeria antes de que dos guardas lo localizaran moribundo en el interior de un coche. La propia Guardería contactó con el Botánico para proponerles el traslado del árbol al jardín con el fin de intentar su recuperación, todo un desafío ante "el estado lamentable en que llegó", asegura Susana Noriega.

Desde el pasado mes de marzo permanece plantado en la colección de Bosques Mixtos del Bioma Templado Europeo, dentro del Itinerario Atlántico, después de acondicionar un espacio rodeado de árboles que creasen unas condiciones de sombra y humedad específicas para su arraigo. Se excavó un hoyo fertilizado con humus de lombriz, y el árbol fue plantado el mismo día de su llegada; desde entonces está sometido a cuidados con productos específicos y riego adecuado para intentar que eche raíz de nuevo. A pesar del mimo con el que los especialistas están cuidando el ejemplar, lo cierto es que "es muy difícil recuperar ejemplares con tanto daño, casi sin raíz y arrancado de cuajo de su hábitat". De momento presenta algunas hojas nuevas, pero aún es arriesgado dictaminar si finalmente se salvará.

Noriega llama la atención sobre este tipo de conductas que, al parecer, son más habituales de lo que parece. "Existe un tráfico creciente de este tipo de bonsáis, obtenidos de forma agresiva de la propia naturaleza y que llegan a mover miles de euros, según nos ha explicado la Guardería", indica. La actividad de los furtivos es especialmente sangrante en algunos entornos como el de la Sierra del Aramo, donde "se cuentan numerosos hoyos de árboles que han sido arrancados presumiblemente con este fin; incluso viene gente de fuera de Asturias para llevarse los ejemplares". Una conducta nada ejemplar para una disciplina milenaria.

Compartir el artículo

stats