"No soy una drama mamá". Es el nombre del exitoso blog en el que, desde hace algún tiempo, la gijonesa Carmen Osorio cuenta su día a día junto a sus tres hijos. Miles de lectores siguen sus consejos para afrontar la crianza con alegría y sentido del humor. Hasta el punto de que hace unos meses fue finalista de unos premios nacionales al mejor blog sobre maternidad.

Sin embargo, las contradicciones del destino pueden ser muy crueles y a Carmen Osorio le tocó afrontar el que probablemente sea el drama más duro de una madre: dar a luz a una niña cuyo corazón había dejado de latir hacía pocas horas. Una infección de la placenta, que cursó de forma rápida y sin tiempo para la reación de los médicos, provocó la muerte del bebé, pasados los seis meses de la gestación. "La traje al mundo, la besé y amé, como cualquiera de vosotras cuando disteis a luz y visteis a vuestros hijos, no hacen falta más de dos segundos para que esa persona se convierta en vuestro universo. La gran diferencia es que yo tuve que despedirme de ella en ese momento". Con esas palabras la gijonesa reflejó ayer en su blog la dificilísima experiencia por la que pasó a principios de mes.

Después de meses compartiendo con sus seguidores los avances de su embarazo, la ropa para el bebé o las disputas por el nombre, Carmen Osorio se encontró con una situación a la que nadie debería tener que enfrentarse y tras la cual tuvo que decidir si continuar o no con su blog. "Estuve unos días en shock, pero poco a poco comencé a pensar en que tarde o temprano me tendría que enfrentar a ello, ya que formaba parte de mi vida y tenía dos opciones: obviar el tema y dejarlo todo o contarlo y seguir adelante. Me decidí por la segunda. Normalmente mi blog trata temas de maternidad, con humor y sin dramas, así que no sabía como hacerlo, pero esto también forma parte de la maternidad. Publicarlo me hizo ver que lo que me ha pasado no era tan raro, me escribe mucha gente que ha vivido lo mismo", explica. De hecho, su duelo en las redes, se viralizó cuando sólo habían pasado unas horas de la publicación.

En un gesto de coraje, Carmen Osorio se ha atrevido a contar la historia de cómo perdió a su niña tras seis meses llevándola en su vientre, el proceso hospitalario, las sensaciones que experimentó y el duro momento del parto. "Sobre las cuatro de la madrugada empezaron las contracciones, llamé a las enfermeras y fui andando a dilatación, mientras lloraba. Estaba de 5 centímetros, pedí la epidural, no quería sufrir físicamente. Después oímos llorar a un bebé que llegaba al mundo mientras escuchábamos en monitores los latidos de otros dos, pero ninguno era el corazón de nuestra hija y cada poco llorábamos" cuenta en su blog sobre su vivencia y la de su marido.

Sobre de dónde sacó la fuerza para conseguir plasmar una historia como esta, la gijonesa explica que "escribir me resulta terapéutico. Desde pequeña contaba en mis diarios las cosas que me pasaban. Sabía que al hacerlo en un lugar público iba a tener repercusión e iba a tener que rememorar la historia pero con el blog he recibido mucho cariño, mucha gente que te pide que vuelvas, que me echaban de menos cuando les surgía algún problema y al final contarlo me salió del alma. Un hijo trae amor, venga de la forma que venga", reflexiona.

A pesar de que el porcentaje de casos en los que se producen fallecimientos del bebé en estado de gestación avanzado no sea ni mucho menos bajo, la poca difusión que tiene este tema hace que las familias que pasan por algo así no siempre cuenten con un apoyo que les diga que no están solos. Por eso, gestos como el de Osorio se ven como importantes. "Cuando me pasó, contacté con otras dos mujeres, que eran amigas de amigos, y las llamé porque necesitaba a alguien que hubiera pasado por lo mismo, que me dijera que respirara y que iba a salir adelante", relata. "El hablar con alguien que ha estado en tu misma situación te hace ver que no soy la única, que aprenderé a vivir con ello".

Que alguien se atreva a tratar públicamente un tema que se solía quedar hasta ahora en al esfera íntima de muchas madres, no en abstracto sino en primera persona, continúa siendo algo llamativo, como si el dolor debiera ser algo para la intimidad. A esto se refiere Osorio cuando dice que "sigue siendo un tema tabú, no nos gusta recrearnos en el dolor y eso está bien, pero al bebé sólo lo vimos mi marido y yo junto al equipo del hospital. Para los demás es alguien que no llegaron a conocer. Se los silencia como si no hubieran existido, la sociedad te empuja a pasar página y cualquier madre sabe la sensación que se siente al ver a tu hijo. Es el amor de mi vida, aunque esté muerta, y es un amor muy grande y doloroso".