La situación en el Grupo Covadonga es tan enrevesada que se pueden invertir hasta los refranes: antes de la tempestad, vino la calma. Lo hizo en forma de una asamblea que solventó un orden del día kilométrico a velocidad récord, sin intervenciones de ningún socio y con amplísimas mayorías. No hubo trampa ni cartón: la oposición a la directiva de Corripio -la misma que en el anterior cónclave se levantó en masa vaciando la mitad de la sala como demostración de fuerza- brilló por su ausencia. Sus miradas están puestas en el sábado 2 de septiembre, cuando se votará en urnas el presupuesto para este año que ya se le tumbó a la directiva de Corripio, quien ha vinculado su continuidad en el cargo a la aprobación del mismo.

En esa asamblea llegará la tempestad, pero la calma de ayer no es baladí, ni mucho menos. La aprobación de todos los puntos de la convocatoria -con 287 socios asistentes a la misma- supone ratificar todos los acuerdos asamblearios del anterior mandato de Enrique Tamargo anulados por el Tribunal Supremo tras admitir un recurso de exsocios del Centro Asturiano dentro del último proceso judicial derivado de la fusión entre ambas entidades.

El Grupo ha cumplido así con esa sentencia, al volver a someter a aprobación asamblearia -ya con los socios del Centro integrados- los acuerdos anulados. Y todos han sido ratificados, tal y como pedía la directiva de Corripio. Apenas se registraron dos decenas de votos en contra, a lo sumo, en algunos de los puntos sometidos ayer de nuevo a votación.

"Debemos trasladar nuestro agradecimiento a los socios porque hayan acudido a una asamblea en pleno mes de agosto. Gracias a ellos hemos podido cerrar un conflicto judicial (el de la fusión) que duraba ya casi doce años en la entidad. Hemos dado cumplimiento a una sentencia del Supremo. El Grupo da por cerrado el tema de la fusión y nos toca seguir trabajando juntos y mirar hacia adelante", manifestó Antonio Corripio tras la asamblea. No quiso tratar todavía el siguiente reto, el de la asamblea del 2 de septiembre que su directiva ha planteado como una "moción de confianza", mientras un grupo de socios sigue adelante con la recogida de firmas para una moción de censura, aunque ha sido anulada por la comisión electoral. "Hoy (por ayer) no tocaba hablar de eso, hoy tocaba blindar al Grupo y todos los socios han respondido correctamente, y además por una amplia mayoría", sentenció Corripio.