El Principado ha iniciado los trámites para dar categoría de patrimonio singular asturiano a tres lápidas de época romana halladas en el concejo de Gijón: la Lápida dedicada a Júpiter localizada en la capilla de San Antonio, de Castiello; el Ara a la diosa Fortuna de Pumarín; y la lápida dedicada a Augusto del Cabo Torres.

Las tres forman parte de un grupo más amplio de 21 elementos romanos y medievales con el común denominador de que en la actualidad están todos en manos privadas. En el caso de las piezas gijonesas, la primera citada pertenece a los propietarios de Dolores Sala, que la tienen en depósito en el Museo de Veranes, donde se expone al público; la segunda es de los herederos de Justo del Castillo y está bajo su custodia, y la tercera está integrada en el Tabularium Artis Asturiensis, en Oviedo, el archivo arqueológico más importante de la región, siendo propiedad de los herederos de la colección Manzanares y estando también bajo su custodia.

Con el inicio de los trámites para que se incluyan en el Inventario de Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA) las autoridades regionales, además de concederles un rango de interés del que ahora carecen, intenta evitar cualquier posible venta que pudiera llevar a su desvinculación del territorio asturiano. "Aunque no sea la máxima categoría de protección, como si fuera un expediente BIC, es importante que estas piezas se incluyan en el Inventario porque le da un arrope que no tenían antes. Son piezas importantes que estaban en un limbo, que están formando parte de herencias y que podría ocurrir que salieran del Principado, con lo que eso supone de pérdida de patrimonio", explican varios expertos.

Según la normativa regional, la inclusión de un bien en el Inventario determina la aplicación de todo un régimen de protección "coincidente en buena medida con el de los Bienes de Interés Cultural (BIC), los más relevantes del patrimonio cultural de la región". Eso supone que cualquier actuación que se vaya a llevar a cabo y que tenga que ver con ellos debe contar antes con la información favorable de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Asturias; incluso la administración tiene derecho de tanteo si va a producirse una venta.