Un año más, el festival de cine "¡Peor... imposible!" propone un programa que va más allá de las películas de hombres lobo contra vampiros. A lo largo de los días del festival se sucederán actividades que pretenden dar una visión analítica de la sociedad a través de la cultura. Ayer se celebró la presentación de una de las mesas redondas con las que cuenta el festival, "Visiones críticas de la sociedad líquida, de lo general a lo local". Durante el acto, su coordinador Sixto Armán, señaló que "pretenden introducir la reflexión, ir más allá del visionado de películas y hablar sobre situaciones que nos atañen a todos, como los desahucios o el papel de la mujer, con una visión crítica de una sociedad que tiene que ver con los intereses de muy pocos, no de la mayoría".

Con la mesa redonda se engloba un debate acerca de cómo ha evolucionado nuestra forma de ver el mundo durante los últimos años. Para ello contará con la presencia de cuatro ponentes y se celebrará el jueves 31 en el Centro de Cultura Antiguo Instituto.

Otro de los encargados de debatir sobre el estado del mundo en la actualidad es Ovidio Lozada, directivo de la Sociedad Cultural Gijonesa. "La reflexión crítica en el sistema cultural es imprescindible, ya que configura las identidades y las líneas ideológicas que dan forma a una sociedad. El término 'cultura' expresa cómo somos a través de distintos elementos. El cine es un gran vehículo ya que recrea hechos más o menos mistificados que se corresponden a una serie de valores. El de serie b tiene gran importancia sociológica porque en muchas ocasiones ofrece esos mitos de forma paródica, expresando sus límites". Respecto al motivo de la charla que se celebrará este jueves, explicó que "por sociedad líquida se entiende el modelo neoliberal de funcionamiento, un paradigma de sociedad que adopta ideales de emancipación y una cultura del éxito personal, de la mano del la precarización del empleo. A mi juicio, esto está empezando a descomponerse, además de que en demasiadas ocasiones la forma de superar este paradigma es con las llamadas 'identidades asesinas' que se traducen en situaciones de xenofobia o fanatismo".