Pablo P. G., el hombre de 46 años acusado por el atraco a una sucursal bancaria de la avenida Constitución, será juzgado mañana en Gijón por estos hechos ocurridos en el mes de marzo. Ante el Penal número 1 responderá por los cargos de robo con intimidación y detención ilegal que podrían suponer una pena de 7 años y 3 meses de prisión que requiera el Ministerio Fiscal.

Los hechos por los que está encausado Pablo P. G., adicto a la heroína y con antecedentes similares, ocurrieron el pasado 7 de marzo. El acusado trató de atracar un banco en la avenida de la Constitución de Gijón reteniendo para ello a nueve personas hasta que fue reducido por la Policía. Según el relato de acusación del Ministerio Fiscal, sobre las 13:48 horas el acusado entró en una oficina de La Caixa de la citada vía, con un gorro en la cabeza, una braga en el cuello y gafas de sol. Se dirigió al mostrador de caja, esgrimió una pistola que llevaba oculta en su ropa y dijo: "Esto es un atraco, dame el dinero, dame el dinero", a la vez que apuntaba al resto de empleados y clientes que se encontraban en la entidad, sin dejarles abandonar la misma.

Una vez que se apropió del dinero, Pablo P. G. se dirigió a una de las empleadas, las apuntó con el arma y le dijo que le abriera la puerta de la caja fuerte. La mujer le respondió que no tenía las llaves, por lo que el acusado la amenazó con utilizar el arma y dispararle. En ese momento, la persona encargada de la caja abrió la puerta del búnker, amedrentando al resto de personas que permanecían inmóviles en el interior de la entidad, diciéndoles que las iba a matar.

Negociación policial

En ese momento, desde el exterior de la oficina, agentes del Cuerpo Nacional de Policía entablaron conversación con el acusado para que depusiera de su intento, liberara a los rehenes y se entregara. El acusado les exigió cinco gramos de heroína y cinco de cocaína. Fruto de la negociación liberó a cinco mujeres.

Instantes más tarde, los agentes colocaron en la puerta una bolsa simulando que contenía la sustancia que exigía el acusado y, aprovechando que éste se agachó para recogerla, se abalanzaron sobre él. Uno de ellos le hizo una llave, de manera que el acusado perdió el equilibrio y cayó al suelo, por lo que pudo ser inmovilizado por el resto de policías.

Sobre las 14:10 horas, los agentes liberaron a las otras cuatro personas que todavía permanecían en el interior de la sucursal. A consecuencia de la intervención policial, un agente sufrió lesiones, de las que sanó en 4 días.

El dinero que el acusado se había apoderado del interior de la entidad financiera ascendía a 5.820 euros, cantidad que fue entregada a la subdirectora de la misma en calidad de depósito provisional. El arma que portaba el acusado era una pistola semiautomática detonadora de doble y simple acción, que puede adquirirse acreditando la mayoría de edad y de tenencia libre domiciliaria.

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Atraco con rehenes en un banco de Gijón

Acusación de la Fiscalía

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de robo con intimidación del artículo 237 del Código Penal, en relación con el 242.1, 2 y 3, en grado de tentativa, y de un delito de detención ilegal del 163.1 y 2. Concurren las agravantes de reincidencia y disfraz en el robo con intimidación en grado de tentativa.

Y solicita que se condene al acusado a un total de 7 años y 3 meses de prisión, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, pago de las costas, y abono de una indemnización de 100 euros a cada una de las nueve personas que retuvo en el banco, por daños morales.