"Lo que no se habla, no existe. Y el suicidio existe". A partir de esta reflexión, a la que ayer ponían voz en el salón de recepciones del Ayuntamiento de Gijón María José Pablos y Fernando Albuerne, el Teléfono de la Esperanza de Asturias pone en marcha la campaña "Rompe el silencio. Un minuto compartido, cambia una vida".

Una campaña de visibilización que se ejemplifica con el gran cartel que desde ayer cuelga del balcón de la Casa Consistorial y que centraliza sus actividades el próximo día 10 como Día mundial para la prevención del suicidio. Un autobús con artistas y voluntarios estacionará en la plaza de Italia, Los Campinos y el paseo de Begoña para hacer actividades de concienciación y, sobre todo, hablar y hablar.

"Hay que acabar con ese mito que dice que hablar del suicidio incrementa los suicidios. Hablar del suicidio no induce a la idea del suicidio. Todo lo contrario", explica Albuerne. Al tiempo que pide acabar también con el otro mito de que "quien lo dice, no lo hace. Esa es otra manera de invisibilizar el problema".

De las más de siete mil llamadas atendidas por el Teléfono de la Esperanza en Asturias el año pasado un centenar largo fueron llamadas de contenido suicida. "Más de cien personas que decidieron romper el silencio", reivindican Albuerne y Pablos al tiempo que ponen en valor los comentarios de quienes "superados los momentos en los que no veían otra alternativa, hablaban de su necesidad de que alguien les ayudara a no querer morir". Romper el silencio también en favor de las familias y amigos de quienes han perdido a un ser querido por un suicidio consumado "y a los que el estigma y la vergüenza marcan su duelo, dificultando la resolución".

Las estadísticas indican que las muertes por suicidio duplican ya a las muertes por accidente de tráfico. Y no hay límites de edad. De hecho, el Teléfono de la Esperanza tiene ahora, en su ámbito nacional, un proyecto piloto de atención on line a través de un blog para llegar a los más jóvenes. En el caso de Asturias el contacto es el teléfono 985225540, que en Gijón se atiende desde el centro social de El Natahoyo.