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Cimavilla colorea sus fiestas

El barrio alto se engalana con vistosos decorados de material reciclado para sus celebraciones, "las mejores de Gijón"

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Desfile y pasacalles en Cimadevilla

El barrio alto de la ciudad guarda innumerables encantos: ruinas, preciosista arquitectura o coquetas callejuelas. Sin embargo, estos días todas las cámaras fotográficas eluden esas maravillas para centrarse en el cielo. Medusas, anclas, redes, banderines y un sinfín de motivos más adornan las calles de Cimavilla con motivo de la celebración de sus Fiestas de los Remedios y la Soledad, creando una atmósfera única que transporta a propios y extraños a la infancia.

"Merece la pena dar un paseín por el barrio alto estos días", sentencia rotundo Juan Robledo, gijonés que acaba de volver de vacaciones y aprovechaba la tarde de ayer para visitar la zona en compañía de su hijo Héctor, de 3 años, que no dejaba de bailar al son del dj ubicado en la plaza del Periodista Arturo Arias.

No es el único. Niños y mayores, hombres y mujeres, e incluso más de una marchosa camarera, se animan con la bachata, el pop o lo que se les ponga por delante, que es época de fiestas.

"Son las mejores fiestas de todo Gijón", afirma Javier Coalla, vecino de Cimavilla que ayer disfrutaba de las celebraciones con un grupo de amigos. "¡Claro que colaboramos decorando!", explicitaba, plegándose a las peticiones de la Asociación de Vecinos y la Comisión de Festejos.

Precisamente, una de las impulsoras de esta iniciativa es Laura Buznego. "Pedimos que la gente se sume, que nos ayude", explica, "en la Comisión somos media docena y cada vez va a más todo". Pero todo esfuerzo merece la pena. "Lo hacemos por la gente del barrio, sobre todo los más mayores", asevera, "les presta recordar otros tiempos, no queremos que decaiga".

Y lejos de decaer, desde que la actual comisión se puso manos a la obra con la intención de recuperar las tradiciones las fiestas no hacen más que crecer. Innumerables conciertos, cucaña, cine de verano al aire libre, una carrera de obstáculos, una concentración de coches antiguos o un campeonato de gomeru, son solo algunas de las actividades que acogerá el barrio hasta el próximo día 14 de este mes.

Tanto es así que Cimavilla no deja de recibir visitantes. Es el caso de Ramón Lima, un panameño que está conociendo Asturias junto a su familia. "Es todo muy bonito, está muy bien decorado, se nota que hay un gran trabajo detrás", enfatizaba. No obstante, lo que más le llama la atención son las medusas, creadas, como el resto de la decoración, a partir de materiales reciclados. "Lo voy a copiar para mi casa en Panamá", sentenciaba. Cimavilla, un barrio que marca tendencia.

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