Otros socios como el expresidente del Centro Asturiano Marco Tuñón rechazó que haya una fractura social "no la veo en el club, sólo está en las redes sociales, pero yo soy de decir las cosas en las asambleas, que es donde se deben decir". Tuñón no entiende el rechazo a admitir nuevos socios cuando "el club ha doblado el número de metros cuadrados" y pidió que se aprobasen los presupuestos "porque si una directiva no tiene medios es imposible también poder exigirle nada".

En otra intervención el socio Víctor Díaz consideró que "los que están en la directiva son personas razonables y honestas" y terminó su intervención pidiendo el voto afirmativo "porque o damos estabilidad aprobándolos, o somos cómplices de una venganza personal" como definió la actitud del grupo opositor. "Las críticas que se están realizando son todas fruto de una venganza personal", reiteró.

Juan Carlos Menéndez fue breve y rotundo: "hay que mantener la unidad en los asuntos importantes para el club y aprobar los presupuesto es uno de ellos". Por su parte Blanca Lozano señaló que "los socios de a pie nos encontraremos en medio de una guerra entre dos grupos que transmiten una imagen bochornosa del club" y definió la subida de cuotas como "irrisoria y asumible por todos", a la vez que hacía un llamamiento por la unidad en bien del club. El Grupo Covadonga tiene presupuestos y además las dos facciones enfrentadas tienen ahora más clara su correlación de fuerzas. Antonio Corripio concluyó recordando que "para los que dicen que somos la directiva puesta por el Centro Asturiano hay que decir que hoy sólo votaron 399 de sus antiguos socios, sin esos también hubiéramos ganado".