Una panadería gijonesa ha sido condenada a pagar 40.000 euros a un empleado que les denunció después de estar un año sin recibir su salario. Ante esta situación presentó una denuncia en el Juzgado de lo Social número 1 de Gijón sobre extinción del contrato de trabajo por voluntad del trabajador y reclamación de la cantidad que se le debía. El magistrado le ha dado la razón.

Santiago M. G., el trabajador de esta panadería gijonesa de la calle San Bernardo comenzó en 2006 a prestar sus servicios a la empresa como repartidor. Pero en el mes de mayo del año pasado dejó de recibir su nómina por lo que acudió a los tribunales al ser su situación insostenible. El juez de lo Social ha entendido que existe "un incumplimiento grave de las obligaciones del empresario" en cuanto a la falta de abono de los salarios por lo que acepta la extinción de la relación laboral por parte del trabajador y accede también a su reclamación de las cantidades adeudas. Durante la vista oral del juicio el letrado del trabajador pidió sumar a su demanda los salarios devengados con posterioridad a la interposición de la misma así como las vacaciones de 2017.

De esta forma condena a la empresa panadera - cuyos responsables ni se presentaron al acto de conciliación ni al juicio este pasado mes de enero- a que abone 19.119,78 euros en concepto de indemnización y de otros 20.118,08 euros en concepto de salarios, a esta última cantidad habría que añadir el 10 por ciento de interés.