Le exigía dinero, la agredía con frecuencia y violaba continuamente la orden de alejamiento que un juez había dictado. Tales fueron las presiones y coacciones a las que estaba sometida por parte de su hijo que la mujer, de 58 años, se vio obligada a saltar por la ventana en la mañana del 13 de enero en su vivienda del barrio de El Coto, falleciendo poco después de impactar contra el suelo desde un cuarto piso. Ahora, meses después del deceso de la madre, su hijo afronta a una pena de siete años y medio de prisión por los delitos de coacciones, quebrantamiento de orden de alejamiento y violencia habitual y el pago de 6.000 euros en concepto de indemnización por los daños morales ocasionados a su hermana, hija de la víctima.

Los episodios violentos entre el acusado y su madre eran habituales. Los vecinos de la víctima apuntaban a esta mala relación como detonante de la depresión que arrastraba la mujer. Según el ministerio fiscal, el acusado sometía a su madre a constantes peticiones de dinero debido a que el joven tiene una adicción al juego que le lleva con frecuencia al casino. "Su madre accedía a dárselo debido al temor que le tenía, ya que la había agredido en otras ocasiones y la amenazaba con volver a hacerlo si no accedía a sus exigencias", relata Fiscalía.

Antes de que la mujer saltase desde la ventana del cuarto piso -llegó viva al suelo tras chocar contra todos los tendederos del inmueble- vivía "con un profundo sufrimiento" porque cedía a sus exigencias económicas, lo que comprometía seriamente su economía, y, además, le permitía vivir en su casa pese a la orden de alejamiento vigente.

Su hijo estaba en el domicilio la mañana en que la mujer se precipitó al patio común que forma cuatro bloques de edificios comprendidos entre las calles Quevedo, Usandizaga, Feijoo y Suárez Valdés, del barrio de El Coto. Según los vecinos, el joven salió corriendo del lugar tras la muerte de su madre. El juicio se celebrará este lunes en el Juzgado de lo penal n.º 2 de Gijón.