La agrupación ecologista Greenpeace le ha leído a la cartilla a Asturias y ha señalado a varias de las empresas de la región como las más contaminantes de toda España, un país que ya de por sí "pone barreras a las energías renovables y a la participación ciudadana en la generación y consumo de electricidad limpia".

Responsables de la organización, que visitan Gijón estos días a bordo del buque "Esperanza", que atracó el miércoles en El Musel, apuntan a la central térmica de Aboño como "la más contaminante de España" y a Arcelor-Mittal como "una de las diez empresas que más gases de efecto invernadero emiten". Es más, esta última ocupó el segundo puesto del mercado europeo de comercio de emisiones el año pasado, según criticó Tatiana Nuño, activista de Greenpeace.

Sus reproches están avalados por números, advierten. De esta forma, durante el 2015, la empresa siderúrgica de Arcelor Mittal emitió más de cinco millones de toneladas de gases de efecto invernadero y más de 126 mil toneladas de gases contaminantes. "Esto supone el 65% de todos estos gases que contaminan Asturias y convierte a esta Comunidad en la primera de la lista de las más contaminadas", defienden.

No se libra tampoco de las críticas Hidroeléctrica del Cantábrico. "Es la empresa que más dióxido de carbono emite en Asturias", aseguran. A este respecto señalan que desde la central térmica de Aboño se vierten más de cinco millones de toneladas de CO2, "lo que la sitúa como la tercera instalación española en emisiones de este gas", y otro millón de toneladas más que se emiten desde Soto de Ribera. "La situación es sangrante", denuncian los ecologistas. Por último, ofrecieron el dato de que Asturias produce el 63% de electricidad con carbón y "es la segunda región con menor capacidad de energía fotovoltaica después de Melilla", lamentó Sara Pizzinato, también de Greenpeace.

El buque, que cuenta con una tripulación de 32 personas de 17 nacionalidades diferentes, permanecerá atracado en El Musel hasta el domingo y se podrá visitar este fin de semana.