"Encantada y emocionada", la alcaldesa Carmen Moriyón fue ayer llamada a pronunciar el pregón de las fiestas del Día de Asturias en Benidorm, un acto multitudinario de asturianía que se celebra desde hace décadas.

Encantada, porque "me encanta Benidorm y es para mí un honor estar hoy aquí con la gran familia de asturianos que hay en esta ciudad tan atractiva, tan vanguardista, tan acogedora. Una ciudad que aporta tanto bienestar y felicidad a millones de personas cada año", recordó la regidora.

Moriyón tiró del fenómeno de la emigración para recordar cómo en estos últimos años "nuestros jóvenes han vuelto a salir al extranjero en demanda de un trabajo que nadie les proporciona en casa", antes de "animar a la juventud que se adentra por ese camino lleno de dificultades y renuncias porque representan el capital humano más valioso que tenemos; todos deben tener el derecho a volver y encontrar lo que antes se les ha negado: un trabajo con el que poder construir un proyecto de vida", reivindicó.

Y a la par, la alcaldesa de Gijón recordó que "hay otra manera mucho más placentera de estar fuera de casa, que está relacionada con el ocio, el descanso y las vacaciones, y Benidorm es el mejor ejemplo", citó, porque la ciudad "es la meca para toda la gente que necesita evadirse de las preocupaciones cotidianas, gozar de diversas formas de ocio y divertirse a tiempo completo".

Moriyón apeló a la necesidad de "agruparse, hacer piña, porque cuando se está lejos es más importante tener conciencia de nuestra identidad. Sentir el orgullo de ser de nuestra tierra, que despierta simpatía fuera de ella", porque "es de todos, sin exclusiones, sin fronteras, sin referéndum, en la que todo el mundo se entiende, que no sabe lo que son los conflictos territoriales, ni los privilegios", espetó la regidora, que también recordó que "el relato de eso que llamamos la nación española empieza en Covadonga y sería absurdo que los propios asturianos estuviéramos de espaldas a esa construcción histórica". "Sí, antes de que las llamadas nacionalidades históricas tuvieran la más ligera conciencia sobre sí mismas, ya estábamos nosotros construyendo el puzzle de España", dejó claro Moriyón, quien también subrayó que "unir tiene mucho más mérito que separar; unir es crecer, separar es empequeñecer, y en Asturias siempre estuvimos a favor de unir, en contra de dividir".

Con un repaso por las cifras del turismo en Benidorm y múltiples halagos a su modelo de desarrollo, la alcaldesa de Gijón concluyó con la certeza de que "los españoles deberíamos de presumir de un tener un destino turístico que es ambicionado por el mundo entero". Los asturianos lo saben bien.