Pese a que el gobierno local ha acogido algunas de sus ideas, los partidos de la izquierda detectan "ausencias". En especial de su iniciativa de un IBI diferenciado, por el que se gravaría en mayor medida que a las viviendas a aquellos locales de negocios cuyo valor catastral supere el millón de euros. "Entendemos que hay que explorar otras vías de financiación de las grandes corporaciones que están obteniendo pingües resultados gracias al esfuerzo y las ayudas públicas antes de valorar la subida de cualquier tasa o impuesto para la ciudadanía", criticó Nuria Rodríguez, concejala de Xixón Sí Puede. La socialista Marina Pineda recalcó que "lamentamos que el gobierno no haya tenido la valentía de hacer un estudio global de necesidades de ingresos y un planteamiento fiscal global". "En Gijón hay que replantearse la financiación: es necesario contar con recursos para mantener nuestro nivel de servicios públicos", valoró, por su parte, Ana Castaño, edil de IU.