La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

MARIBEL LUGILDE | Periodista y profesora

"Es necesario un reconocimiento de los profesores de Formación Profesional"

"Tenemos pocos recursos externos y creo que precisamos un apoyo similar al de los docentes universitarios"

Maribel Lugilde. MARCOS LEÓN

Su dicción es perfecta (pasó por los micrófonos de Onda Cero, COPE y Antena 3 Radio) y le gusta que sus respuestas se acompañen de ejemplos. Viguesa de 1965 que llegó a Gijón con tan sólo cinco años de edad, la periodista Maribel Lugilde, articulista de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, acaba de publicar "Administración y promoción de audiovisuales y espectáculos". Es el resultado de sus años como profesora en el Centro Integrado de Formación Profesional (FP) de Comunicación, Imagen y Sonido de Langreo.

-¿Por qué este libro?

-Es un manual, sin valor literario y al que se supone valor pedagógico. Lo he escrito para impartir la asignatura que doy en Langreo. ¿Por qué me he arremangado y he escrito este manual? Porque no lo hay. La FP no es atractiva para la editoriales tradicionales de libros de texto.

-Dicen que la FP tiene cada vez más alumnos...

-Sí, pero la FP está dividida en más de treinta familias profesionales, con ciento y pico ciclos distintos. En los módulos de Imagen y Sonido de Langreo hay entre 250 y 300 alumnos todos los años. Resulta atractivo. Y más desde que estrenamos el ciclo de video-Dj, que es de grado medio. Aun así, en el contexto español parece que no resulta un público interesante para las editoriales. ¿Qué ocurre? Pues que te pones a dar clases y no hay un manual de referencia. Esperé que alguien lo hiciera, pero no fue así. De repente apareció la editorial Altaria y sí se ha interesado. En el libro respeto los contenidos a que obliga la ley y añado otros que me parecen interesantes. Se trata de una asignatura transversal relacionada con el sector audiovisual y el de los espectáculos en vivo. Pero lo importante es que hace falta un reconocimiento de los profesores de FP.

-¿Están poco reconocidos?

-Tenemos pocos recursos externos. La Administración te da mecanismos de apoyo, pero son pequeños. Creamos nuestros propios materiales; yo lo he hecho con un esfuerzo enorme. Creo que deberíamos tener un apoyo parecido al de los profesores universitarios. Invertimos mucho tiempo en preparar las clases, al carecer de manuales, y en las prácticas, además de la burocracia. Todo eso nos agota.

-¿La FP ha mejorado en España?

-Todos nuestros políticos se llenan la boca diciendo que hay que potenciar la FP al estar las universidades masificadas. Han entendido que permite crear esa capa necesaria de mandos intermedios. Pero la realidad es que se continúa con el discurso de que la FP es la salida para los que no tienen el talento suficiente para llegar a la Universidad. Sin embargo, todos los años tengo alumnos universitarios titulados que vienen a la FP a hacer un máster por poco más de un euro.

-La FP ofrece ahora mejor salida laboral que la Universidad?

-Las estadísticas dicen que las empresas valoran más al alumnado que llega de FP que el que les llega de la Universidad. Parece que el alumno tiene ya unas ciertas capacidades prácticas ejercitadas. El nivel de inserción laboral de nuestros alumnos es, por ejemplo, muy alto. En Asturias hay que destacar el programa específico que el Principado destina a profesores de FP, con estancias en empresas. Te permite desarrollar la parte práctica de tu propia enseñanza. Está muy bien. Ha apostado por la FP dual.

-¿Cuál es la situación del sistema audiovisual asturiano?

-La industria tuvo un momento boyante cuando se puso en marcha el ente RTPA. Se creó con la vocación de dar aliento a una industria audiovisual asturiana, y ahí cumplió. Llegó el hachazo de la crisis, en un momento difícil para muchas productoras que habían invertido bastante dinero en crecer. Cerraron. La TPA se pudo sostener porque no tenía mucho tamaño, a diferencia de lo que ocurrió en Valencia y Madrid. Cascos mantuvo aquella decisión de mantener un impago sostenido a proveedores y fue la debacle de muchas empresas. Lo que no se llevó la crisis, lo hizo aquel Gobierno con una decisión nefasta para el sector. Hubo que recomponer todo aquello desde las cenizas. ¿Que pasa ahora? Vuelve a existir un tejido de productoras, pero en una situación de débil equilibrio. Esa precariedad se traslada a los profesionales, la mayoría autónomos.

-Usted es también periodista. ¿Cómo vive los cambios en la profesión?

-Me duele muchísimo el periodismo. Tenemos que ser autocríticos. La precariedad lleva a que los periodistas hagan su trabajo de puntillas, con alfileres y vendidos a agentes externos que no deberían influir. Todo eso hace que la información se resienta. Hay que analizar hacia dónde se dirige la industria. Y está el reto de la adaptación a Internet.

Compartir el artículo

stats