"Sufro mucho en la cárcel, quiero salir de prisión hasta el juicio; lo de Sonia no fue culpa mía". Abdou Ndiaye, conocido por Makelele -el joven de origen senegalés acusado por la muerte de la hostelera gijonesa Sonia Meléndez Mitre el 16 de julio de 2015- declaró ayer ante el juez su deseo de abandonar el Centro Penitenciario de Asturias toda vez que el próximo 1 de octubre se cumplirán dos años de su ingreso provisional. Lo hizo calmado pero con un confuso castellano a pesar de responder al tribunal que entendía lo que le preguntaban. Ante esta petición se mostraron ayer en contra la Fiscalía y la acusación particular que solicitaron prorrogar la prisión provisional hasta el juicio, en tanto en cuanto mantienen "el riesgo de fuga por la falta de arraigo a la comunidad" como argumento para su ruego.

"Hay pruebas suficientes que demuestran la autoridad de los hechos además de un fundado riesgo de fuga", señaló el abogado de la acusación particular José Joaquín García Fernández, que representa los intereses de la familia de Sonia Mitre. Además incidió en que este mismo tribunal había denegado la libertad provisional para Abdou Ndiaye el pasado mes de junio. "No se ha producido modificación alguna desde entonces y ahora habría más riesgo de que no compareciera en el juicio", añadió el letrado.

Distintos argumentos esgrimió la abogada defensora de Abdou Ndiaye para solicitar su "inmediata puesta en libertad antes del juicio". Restó importancia al posible riesgo de fuga -aducido por las acusaciones- al asegurar que Makelele mantiene una relación sentimental con una mujer, de nacionalidad española, desde hace un año y con la que "se comunica y envía cartas". "Él viviría en el domicilio que ella tiene alquilado, además su nueva pareja prevé someterse a una intervención quirúrgica próximamente", explicó su abogada Ana Gloria Rodríguez, de M&R Abogados.

De esta forma, la letrada defendió sus vínculos con la comunidad y recordó que si ese arraigo "no es más profundo" es precisamente porque Abdou Ndiaye "se ha pasado los dos últimos años encerrado en prisión". Además recordó que cuando trató de renovar su pasaporte para poner en regla sus papeles fue detenido y enviado a la cárcel el 1 de octubre de 2015. Dos años después, y fruto de esta reclusión, Ndiaye no ha podido regular sus papeles y actualmente se encuentra en situación irregular en España.

Como otra prueba de buena fe y para demostrar que el joven acusado no huiría y cumpliría con la citación al juicio -cuya fecha sigue sin fijarse- la letrada ofreció la posibilidad de que Makelele se tuviera que personar dos veces al día, mañana y tarde, en la Comisaría de Policía a cambio de su libertad provisional.

Por otro lado, y en términos más jurídicos, apeló a los dictámenes tanto del Tribunal Constitucional como del Tribunal Europeo. Este último organismo internacional "ha declarado en varias sentencias que en nuestro país se abusa de la prisión provisional utilizando esta figura como una especie de 'anticipo de la pena' en casos graves, cuando en nuestra legislación está configurada como una medida cautelar para proteger el buen curso de la causa", aseguró Ana Gloria Rodríguez. Además criticó la dilación del procedimiento desde que comenzase la instrucción en el Juzgado de Violencia de Género en julio de 2015. "Hace meses que se ha cerrado la investigación y no queda pendiente la práctica de ninguna prueba y los informes periciales llevan un año encima de la mesa del juzgado y aún no ha habido señalamiento", afeó la abogada.

Pendientes de juicio

La decisión final sobre dónde permanecerá Makelele hasta el juicio ya la medita la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias que, según informa el Tribunal Superior de Justicia de Asturias, dará a conocer hoy su decisión. Nada cambiará para el resto del procedimiento. Abdou Ndiaye afronta el cargo de homicidio con agravante de parentesco y discriminación por razón de género por el que la Fiscalía reclama 15 años de prisión e indemnizaciones para la familia de la víctima (hija, madre y hermano de la víctima) por valor de 210.000 euros, en diferentes pagos para cada uno. La acusación particular, por su parte, calificó la muerte de Sonia Mitre como un delito de asesinato por lo que su petición es de 20 años de cárcel. La defensa, en cambio, requerirá la libre absolución de Makelele al entender que no es el responsable de la muerte de Sonia Mitre, expareja sentimental y exjefa del acusado. El juicio, aún sin fecha, se celebrará presumiblemente antes de final de año.