"Alguien debería pedirles disculpas a los vecinos de la zona Oeste a los que durante años se llamó alarmistas y talibanes. Ahora ya se reconoce que ni la avenida de Argentina a las cuatro de la mañana es Manhattan en hora punta, ni Gijón es Helsinki en invierno con las calefacciones encendidas". Con tanta ironía como contundencia reflexionaba ayer el presidente de la Federación de Vecinos, Adrián Arias, sobre el giro en los planteamientos del Principado ejemplificado por el consejero Fernando Lastra en sede parlamentaria.

Lastra no sólo reconoció los malos datos de las estaciones medidoras sino que apuntó que los mayores problemas se detectan por la noche, lo que avala la denuncia vecinal de que el origen de la contaminación son las industrias de la zona y no el tráfico como se les decía una y otra vez.

Para Arias ha sido fundamental la puesta en marcha de una estación medidora controlada por el Ayuntamiento, y que ahora mismo está en el Lauredal. Según sus primeros datos, de los 51 días analizados se superaron los límites en 17 jornadas. "Con estos datos ya no hay posibilidad de que nadie se esconda", concretó Arias.

Al líder vecinal le gustó ver que el nuevo consejero de Medio Ambiente "reconocía que al menos los vecinos decían la verdad" pero sigue sin fiarse de un gobierno del Principado que "ha estado ocultando los datos reales" y "que llega un poco tarde en este cambio de posicionamiento". Arias dejó claro que "es cierto que el primer paso para solucionar el problema es reconocerlo y lo han reconocido pero ahora queremos ver soluciones reales porque lo que propone el plan de calidad del aire es insuficiente". Arias aseguró que los vecinos estarán muy vigilantes sobre la revisión de las autorizaciones medioambientales a empresas.