No hay mal que por bien no venga, dice el refranero español. El mal tiempo obligó a vecinos y ecologistas a posponer sus celebraciones reivindicativas por el Día Mundial del Medio Ambiente de junio a septiembre. Pero la coincidencia en el calendario de esta nueva fecha -este domingo- con varias noticias que avalan las denuncias vecinales sobre los problemas de contaminación en Gijón, y sobre todo en la zona Oeste, dan un nuevo simbolismo a esta actuación. "Queremos que sea una gran demostración de fuerza. Nuestro mensaje es que con la salud no se juega", explicaba ayer el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Adrián Arias, en representación de todas las entidades convocantes.

La cita es en el parque del Lauredal, la "zona O de la contaminación en Gijón" en palabras de Arias, y si llueve los actos se trasladan de la zona verde a la pista deportiva cubierta.