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SALVADOR ALDEGUER | Actor de doblaje, ha puesto voz a Nicolas Cage, John Travolta, Antonio Banderas y Martin Lawrence

"Antes teníamos dos días para doblar una película y ahora menos de uno"

"Me costó lograr el tono de Martin Lawrence a lo Montserrat Caballé en 'Esta abuela es un peligro' y el de Michael Keaton en 'Bitelchus'"

Salvador Aldeguer, en el estudio La Habitación con una Cama. JUAN PLAZA

Con su voz traslada al castellano las interpretaciones de actores muy conocidos como Nicolas Cage, John Travolta, Antonio Banderas, Sean Penn o Steve Buscemi. El actor de doblaje Salvador Aldeguer presentó ayer en Gijón su libro "Anécdotakes. Casi todo lo que usted quiso saber sobre el doblaje y nunca se atrevió a preguntar". Lo hizo en la librería Toma 3, y después de pasarse por La Providencia por el estudio de doblaje La Habitación con una Cama.

- ¿Qué aspectos sobre el doblaje el público no sabe ni se atreve a preguntar?

-En el libro hablamos de todo el proceso de doblaje, lo que se tarda en preparar, las personas que participamos.... Pero lo que más sorprende al espectador es cómo doblamos las escenas subidas de tono.

- ¿Cuál es el truco para adaptar su voz a distintos personajes?

-Hay alguna técnica, porque los tiempos cambian mucho. Hay partes de preparación previa, pero a veces llegamos a las ocho de la mañana, no sabemos qué película ni qué personaje es, y muchas veces hay que tomar decisiones en segundos.

- Ha hecho de Antonio Banderas, John Travolta, Nicolás Cage y Martin Lawrence, ¿con quién se queda?

-Por cercanía con Antonio Banderas siempre hay un pellizco emocional, y además me lo ha agradecido y mostrado también su satisfacción por cómo han quedados los trabajos. Con Martin Lawrence lo he pasado muy bien, al igual que Travolta. Y con Nicolás Cage me ha pasado algo curioso, que le he doblado en películas de comedia, que a él no le gustan, y para mí este mucho mejor en ese formato que en películas más dramáticas.

- ¿Qué personaje es el más peculiar y el que le ha supuesto una mayor de dificultad?

-En el aspecto de técnica de voz recuerdo con cierta complicación a Michael Keaton en la película "Bitelchus" por el tono de voz que había que poner. También la última entrega de Freddy Krueger. O cuando me tocó hacer "Esta abuela es un peligro", con Martin Lawrence y su tono de Montserrat Caballé, que me pilla en una edad que me tumba, y me deja sin capacidad pulmonar.

- ¿Ha vivido alguna situación curiosa por la calle en la que le hayan asociado con alguno de los actores a los que dobla?

-Hay gente muy aficionada al doblaje que te relaciona rápido. Y en la mayoría de las ocasiones te dicen que les suena tu voz y van hilando. A modo de anécdota hubo una vez un chaval que relacionaba mi voz con Lawrence, y como no le salía el nombre, me dijo: "Tu eres el que pone la voz al negrito con las orejas despegadas".

- En el último año los dobladores en España han afrontado una huelga, ¿cómo está la profesión?

-Se está intentando regular todo el convenio normativo de trabajo. Los ritmos que se nos están imponiendo son mucho más rápidos, sobre todo el mercado de televisión. Con el tema de los "spoilers" de las redes sociales nos llegan copias de trabajo que a veces no se ven muy bien, por el tema de la confidencialidad. El problema es que si no se ve bien la imagen, no es tan fácil doblar bien tampoco. Estamos intentando equilibrar las herramientas de trabajo. Si fuésemos futbolistas estaríamos pidiendo que el balón esté hinchado para marcar el gol.

- ¿Estamos entonces más ante un problema de calidad que cantidad?

-Está claro que nos tenemos que adecuar a los nuevos ritmos del mercado. Antes el doblaje tenía más tiempo y era más artesanal, y ahora la premura del tiempo lo convierte más en factoría. Pero seguimos trabajando con emociones. No es solo una traducción simultánea. Antes por ejemplo teníamos dos días para doblar una película y ahora tenemos menos de uno o solo medio día.

- Existe la sensación de que en España no se dominan otros idiomas, a diferencia de otros países, porque aquí desde pequeños vemos las series y películas dobladas por televisión. ¿Vería bien que se potenciase la versión original?

-Apuesto por la tolerancia. El aprendizaje de un idioma tiene la mala noticia de que hay que estudiar, y el ver una película en versión original es un ejercicio extra. En tu casa puedes elegir la opción que prefieras, por eso no creo que haya que imponer ninguna de las dos cosas. Sí creo que en capitales de provincia fuera de Madrid o Barcelona habría que potenciar la proyección de películas en versión original en algunos pases. Pero no hay que olvidar que hay gente que le gusta el producto doblado, y que no todo el mundo puede seguir los subtítulos, porque es necesario habituar el nervio óptico. Soy un consumidor de versión original, y es cierto que te pierdes cosas, como ya decía Kubrick, que quería doblar sus películas para que no se perdiese nada de su producto audiovisual. Me parecería mal que se obligase al público a consumir solo productos en versión original o doblados.

- ¿Ha llegado a meterse totalmente en el papel y romper ese límite entre el micrófono en el que está trabajando y la pantalla sobre la que está poniendo su voz?

-La mayoría de veces es lo que intento. Al final trabajamos con emociones. Un compañero que fallece, si al año ves una película con ese compañero doblando un personaje, al escucharlo te produce un pellizco emocional. Cuando se produce eso hay vida. El micrófono tiene que transmitir sensaciones. Aunque no se registren en la onda de sonido sí que tienen que llegar al espectador. Nuestro gran objetivo como dobladores es resultar creíbles.

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