La Ordenanza del Ruido, que comenzará a modificarse este mes y prevé aprobarse en 2018, llega en el momento preciso, a juzgar por los datos de denuncias que maneja el Ayuntamiento. Si en 2016 se tramitaron cerca de 300 expedientes por denuncias interpuestas por particulares o por la propia Policía Local, de las cuales 240 se referían al ruido, en solo siete meses de este 2017, hasta el final de julio, se han recogido 200 denuncias, 119 de ellas por ruido lo que supone sólo cien menos que un año completo. "Esto nos indica que el ruido es otra de las grandes preocupaciones de los ciudadanos en materia medioambiental", razona la alcaldesa, Carmen Moriyón, a través de su página en internet.

El mapa del ruido de Gijón -para el que fueron precisos ocho meses y 400 mediciones de larga y corta duración por toda la ciudad y se encuentra ahora en información pública a la espera de alegaciones- permitió conocer con certeza que los principales causantes del ruido ambiental son el tráfico, la industria (puertos incluidos) y el transporte ferroviario. Además fijó los niveles más elevados en las avenidas Pablo Iglesias, la Costa, Manuel Llaneza y Rufo García Rendueles y las calles Ramón y Cajal y Marqués de Casa Valdés.

Por tanto, si el tráfico es el principal causante de la contaminación acústica en Gijón, no es descabellado pensar que la tramitación de esta ordenanza municipal esté expectante -y supeditado- del desarrollo del Plan Integral de Movilidad Sostenible y Segura, "a fin de que sean coherentes y exista la necesaria sinergia en las actuaciones". Ambos aspectos están enfocados a reducir la contaminación en la ciudad.

Sin semáforos en el Muro

Precisamente, una de las vías con más ruido de la ciudad a consecuencia del tráfico, la avenida de Rufo García Rendueles, se vio ayer afectada durante unos minutos por una caída de la red del suministro eléctrico que dejó paralizados todos los semáforos del paseo del Muro y de la zona de los jardines del Náutico en torno a las 15.30 horas. El problema semafórico sólo se prolongó durante alrededor de diez minutos, según fuentes municipales, y sin registrarse ninguna incidencia por esta cuestión. Una vez restablecida la red los semáforos volvieron a funcionar correctamente.