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JUAN BACHILLER | Director general de servicios de ABB en España y Portugal

"La digitalización no es una opción, todas las empresas tendrán que asumirla"

"Cuesta encontrar los nuevos perfiles de ingenieros que necesitamos, la Universidad tiene que evolucionar a la par que las compañías"

Juan Bachiller, ayer, en la Politécnica. MARCOS LEÓN

Juan Bachiller es el director general de Servicios de la empresa ABB para España y Portugal, una multinacional suiza del sector de la energía y la automatización. Ayer ofreció la conferencia de inicio de curso en la Escuela Politécnica de Ingeniería con un mensaje claro: los nuevos tiempos ya están aquí y se demandan nuevos perfiles profesionales cada vez más específicos.

- ¿Qué profesionales demanda la industria 4.0?

-ABB es una empresa que está liderando los desarrollos tecnológicos en automatización y energía, con una implantación global y con unos 2.000 profesionales en España. Estamos empezando a demandar personas con perfiles un poco distintos a los tradicionales. Además de los ingenieros de siempre, de los que seguimos teniendo necesidad, en el campo de la robótica y la automática estamos necesitando ingenieros y otras profesiones como matemáticos, desarrolladores de software específicos que combinan los nuevos conocimientos en las instalaciones que tenemos que desarrollar y evolucionar. Es un proceso que está arrancando, que aún es lento pero que se está acelerando poco a poco.

- ¿Cumplen las expectativas las Escuelas de ingeniería?

-Hemos detectado que cuesta encontrar estos perfiles, no es fácil encontrar personas con una cierta capacidad de analítica de datos, programación en algunos lenguajes y aplicaciones y que tengan unos conocimientos de software específico para cuestiones de realidad virtual, big data... no es sencillo pero estamos poco a poco consiguiéndolo. Estamos en contacto con muchas universidades para trasladarles ese mensaje: lo que nosotros vemos como necesidad de futuro y cómo vamos a necesitar esos profesionales que a fecha de hoy son un número reducido, pero es un campo creciente y se está acelerando. Queremos que sean conscientes de que tienen que empezar a preparar y hacer másteres sobre educaciones más específicas en estas tecnologías para que dentro de unos años las nuevas promociones ya sean capaces de hacer esos nuevos trabajos. En el caso concreto de Asturias llevamos años colaborando con un aula en la Escuela de Minas de Oviedo y queremos seguir colaborando, pero la Universidad también tiene que evolucionar a la par porque va a tener un papel fundamental.

- ¿Cómo se va a transformar la industria en un corto plazo de tiempo?

-La digitalización no es una opción, nadie va a poder decir si se digitaliza o no; todo el mundo tiene que hacerlo. Y no es solo para las grandes multinacionales y corporaciones, también tenemos que colaborar y ayudar a las pequeñas y medianas empresas porque hay mucho campo de mejora. Afectará a múltiples campos, con elementos de conectividad de manera que todos los componentes de fabricación estén conectados y enviando señales para que podamos optimizar los procesos. También se aplicarán nuevas tecnologías de fabricación más eficiente con la robótica colaborativa: un robot trabajando con un humano de forma conjunta y que están preparados para interaccionar con cámaras y sensores. Es un campo que va a incrementarse mucho en los últimos años, y no podemos olvidarnos de los nuevos materiales, la fabricación aditiva, la conectividad que claramente van a acelerar este proceso. Y también vemos otra parte, que es que lo que todos hemos ya aceptado en nuestra vida particular; el hecho de que seamos capaces de comprar unas entradas por Internet, o manejar la banca, o resolver nuestras vacaciones. En el ámbito de la industria también será así en las relaciones entre las distintas empresas.

- ¿Se corre el riesgo de que las grandes empresas fagociten a las pequeñas en este proceso?

-Realmente creo que las pequeñas empresas tienen ante ellas una oportunidad, una herramienta para el cambio. Va a haber un cambio de las reglas del juego y ya en estos momentos se está apostando por plataformas abiertas, elementos de cocreación de distintas soluciones entre distintas empresas que va a cambiar un poco la forma en que las compañías se van a relacionar entre sí; no habrá desarrollos propios dentro de tu propia casa sino que existirán muchas oportunidades dado que habrá una infinidad de aplicaciones nuevas a desarrollar. Hay que buscar la colaboración con pymes, startups o empresas independientes para buscar esas aplicaciones, porque una empresa no puede desarrollar todo. Es necesario formar esos nuevos ecosistemas de laboratorios digitales de colaboración entre empresas y en colaboración con Universidades que nos van a permitir a las grandes multinacionales dar ese salto. Y habrá un efecto tractor sobre el resto de las empresas.

- Será un mundo de sinergias...

-Claramente, es un mundo donde tenemos que aprender todos. En las empresas las jerarquías van a ser mucho más planas, más multidisciplinares, vamos a tener equipos virtuales donde no todas las personas están sentadas físicamente en el mismo sitio, y una variedad de profesionales trabajando juntos. Ya no van a ser todos ingenieros, todos economistas, sino que tendremos campos en los que colaborarán matemáticos, desarrolladores de software, químicos con desarrollos de nanomateriales...

- ¿Dónde está el techo de la digitalización?

-Todavía no lo percibimos, estamos en el inicio de la curva en el que vemos las grandes oportunidades que hay en el corto plazo. Lo que está claro es que no es una opción, todas las personas tenemos que ser capaces de digitalizarnos personalmente y en nuestro trabajo. Y en ese campo debemos estar, la digitalización no es igual para todos, pero claramente las empresas más tradicionales tendrán más acceso a datos, a toda la información asociada y eso les va a permitir ser más eficientes, crecer de forma más sostenible y ser más competitivas.

- ¿Algún consejo de inicio de curso a los alumnos?

-Las empresas vamos a seguir necesitando ingenieros y para los ingenieros que se forman aquí se abre un campo de oportunidades, pero también tenemos que mandar el mensaje de que en este nuevo futuro tenemos que ser capaces de ser flexibles, adaptarnos a las nuevas necesidades, ser abiertos a tener que aprender las nuevas tecnologías.

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