El secretario general de Empleo y Relaciones Laborales del PSOE, Toni Ferrer, apostó ayer en un acto celebrado en la sede de UGT de Gijón, por propiciar un mejor reparto de la riqueza que se está creando en España con la salida de la crisis económica, que paradójicamente está yendo acompañada de una pérdida de poder adquisitivo por parte de los trabajadores.

Ferrer, que intervino junto al secretario general del sindicato en la comarca, Fernando Díaz Arnaiz y a la secretaria de Sanidad del PSOE, María Luisa Carcedo, apuntó que desde 2008 las rentas del trabajo en España se han reducido en 40.000 millones de euros, cifra que los socialistas abogan por recuperar de aquí a 2021 echando por tierra la reforma laboral del PP, devolviendo la fuerza a los sindicatos en la negociación colectiva, aumentando el salario mínimo interprofesional en 98 euros al año hasta alcanzar un mínimo de 1.000 euros en 2020, restringiendo la contratación temporal, aumentando la acción de la inspección de trabajo, actuando ante los "falsos autónomos" y equiparando las condiciones salariales de las subcontratas a las de las compañías principales o a las del convenio sectorial si su actividad fuera distinta de estas últimas.

"La mejoría de la economía en España desde 2014 ha venido acompañada de un incremento de las desigualdades y de la pobreza laboral, algo que es contradictorio", señaló Toni Ferrer en una rueda de prensa previa al acto, al que acudieron el nuevo secretario general del PSOE asturiano, Adrián Barbón, la vicesecretaria federal del PSOE, Adriana Lastra y el secretario de la Unión Regional de UGT de Asturias, Javier Fernández Lanero.

A la precariedad laboral que supone la alta tasa de temporalidad y contratos a tiempo parcial que hay en España desde hace años ahora también se une un escenario de reducción salarial en el que "los nuevos empleos cobran una cuarta parte menos que los existentes".

Ferrer apuntó que España recuperará este año el nivel de producto interior bruto (PIB) que tenía antes del inicio de la crisis, pero con dos millones de trabajadores menos que entonces y manteniendo la segunda tasa de paro más alta de la UE, sólo superada por la de Grecia.

Entre las medidas que apunta el PSOE para mejorar la situación también se incluye recuperar las políticas activas de empleo, como la formación y orientación a los desempleados, aparcadas por el PP. Ferrer recordó que el PP ha desechado una iniciativa legislativa popular avalada por un millón de firmas recogidas por UGT y CC OO para establecer unas prestaciones mínimas para los parados.

María Luisa Carcedo incidió en "la precariedad, temporalidad, subempleo y devaluación del valor del trabajo" que se está produciendo. Jóvenes y parados de larga duración son los colectivos más afectados, aparte de la brecha salarial entre hombres y mujeres, las cuales ocupan puestos con menor retribución y cualificación, algo que calificó como "problema estructural severo" la dirigente socialista.

El anfitrión, Fernando Díaz Arnaiz, además de señalar que después de años de sacrificios durante la crisis, no se puede excluir ahora a los trabajadores de la mejora de la economía. Arnaiz también hizo un llamamiento a acudir el próximo sábado día 30 a la Plaza Mayor desde donde partirá una de las marchas a pie de toda España que llegarán a Madrid el 9 de octubre en defensa del sistema público de pensiones.