"La educación sexual es la gran olvidada en el currículum escolar". Lo dice la doctora y profesora de la Universidad de Oviedo Soraya Calvo González, que presentó ayer el trabajo "Nuevos modelos de comunicación para parejas jóvenes", que incluye una "propuesta para la intervención en entornos educativos". Se trata de una investigación sobre jóvenes e identidad digital, editada por el Ayuntamiento de Gijón con el auspicio del Conseyu de la Mocedá, a partir de los perfiles de más de quinientos jóvenes asturianos con edades entre 14 y 18 años. Colaboraron doce centros educativos de distintas localidades del Principado.

La educación sexual, que en opinión de Soraya Calvo ha pasado a un "cuarto plano" con la última ley educativa, es sólo un aspecto de su estudio. La investigadora añadió, no obstante, que España se aleja en este capítulo, con carácter general, de lo que ocurre en los países de su entorno. "Hay centros que implantan esa educación sexual y otros que la dejan de lado, lo que genera desigualdades; es un problema que se debe resolver desde el sistema público".

Los nuevos modelos de comunicación están generando modificaciones notables en las relaciones sociales. También entre los jóvenes, según constata Soraya Calvo en su investigación. Por ejemplo: el móvil es la gran vía de acceso de la juventud a la red: "El 'smartphone' se convierte no sólo en canal de comunicación, sino también en agente activo que media en el proceso de socialización". Las nuevas tecnologías de información y comunicación se han convertido en "herramientas de acercamiento, encuentro, disfrute y vivencia común".

La investigación constata una bifurcación en el uso de las redes sociales que hacen los jóvenes estudiantes de ESO y su profesorado. Hay un evidente desencuentro ahí. Los segundos utilizan principalmente Facebook, precisamente "un espacio digital cada vez más despoblado de personas adolescentes". ¿Qué canales prefieren estos últimos? Para sus vivencias personales optan por Instagram y WhatsApp.