La vida del templo de El Coto ha sido larga y fructífera, y por eso los feligreses quisieron dejar constancia del paso del tiempo y sus vicisitudes. Un panel de fotos resume en decenas de imágenes los diferentes momentos del templo, desde el inicio de su construcción hasta los festejos más recientes.

Un álbum con todas ellas fue protagonista en el ofertorio, en el que también se presentó una piedra traída de Tierra Santa "que simboliza la primera puesta en la construcción en 1990"; un ladrillo regalo de la inauguración con el lema "Todos un poco y no unos pocos todo"; un bolígrafo como regalo de las bodas de plata, de los que luego se repartieron varios entre los asistentes al festejo, y una lista con todos los colaboradores, los actuales y los que ya han fallecido, "que con su trabajo hacen que nuestra parroquia siga caminando".

Fue uno de los momentos más emotivos de la ceremonia, que también contó con numerosas referencias al Sporting en varios guiños al párroco y capellán del equipo. Porque en San Nicolás de Bari "se cuentan los años por ligas de fútbol", señaló entre risas el Arzobispo.

Fernando Fueyo fue también el protagonista del día casi sin quererlo, y no pudo evitar emocionarse al final de la eucaristía. "Dicen por ahí que me queréis; es porque yo también os quiero", aseguró a sus fieles antes de proceder a cantar el "Gijón del alma" para dar por cerrado el festejo. Y antes de recordar que el esfuerzo ha sido comunitario para sacar adelante un templo que "es de todos y para todos".

Un pincheo de hermandad en los salones del templo fue el colofón a una jornada emocionante para la parroquia, comprometida con el barrio y con una promesa de futuro de su pastor: "Seguir como mínimo otros 25 años".