El gijonés de 40 años Francisco T. L., en prisión provisional, aquejado de ludopatía y acusado de un delito continuado de coacciones, otro de quebrantamiento de condena y otro más de violencia habitual contra su madre -María Luisa L. G., la mujer de 57 años que acabó suicidándose al saltar por la ventana de su domicilio de la calle Feijoo, en el barrio de El Coto, en enero de 2017- ha sido condenado a tres años y cuatro meses de cárcel frente a los siete años y medio de prisión que requería para él la Fiscalía por estos hechos.

La magistrada titular del juzgado de lo Penal nº 3 de Gijón, Asunción Domínguez, considera probado en la sentencia condenatoria que Francisco T. L. padecía una adicción al juego, enfermedad de la que nunca intentó someterse a tratamiento, que le llevaba a someter a su madre a constantes peticiones de dinero para gastárselas en el Casino de Gijón. Su madre "accedía debido al temor que le infundía" su hijo porque "la amenazaba con agredirla si no accedía a sus exigencias como había hecho en ocasiones anteriores". Esto motivó que la economía de la mujer "se viera seriamente comprometida", un hecho que provocaba "un profundo sufrimiento" en ella, que acabó saltando por la ventana en la mañana del 13 de enero de este año.

Francisco T. L. sumaba a día del juicio, celebrado el 11 de septiembre, tres condenas por quebrantamiento, una más por coacciones y otra por lesiones en el ámbito familiar, todas ellas datadas en 2016. En esta nueva sentencia, la primera tras la muerte de su madre, se considera probado el delito continuado de quebrantamiento de condena -con la agravante de multirreincidencia, que ha supuesto un año y medio de cárcel- al reconocer el propio testigo que entre semana convivía en el domicilio de su madre pese a tener una orden de alejamiento, de dos años, vigente hasta octubre de 2018. Es más, asegura la jueza que el hecho de que la madre le permitiese su entrada en el domicilio no excluye la punibilidad del delito. Los vecinos declararon en la vista oral que el día en su madre saltó por la ventana su hijo estaba en el domicilio.

La sentencia también avala la comisión del delito de coacciones -con la agravante de reincidencia y mixta de parentesco, que le ha supuesto un año y diez meses de prisión- al considerar probado que la víctima estaba sometida a las exigencias económicas de su hijo. El condenado sostuvo que se servía de engaños para conseguir su objetivo como que tenía que pagar una multa, la renta, la comunidad o a abogados. Incluso empeñó las joyas de su madre. Su madre siempre accedía por "la actitud de su hijo que la amenazaba si no le daba el dinero". No obstante, el abogado defensor de Francisco T. L., José Manuel Rodríguez Menéndez, ha logrado la libre absolución para su cliente del cargo de un delito de violencia habitual.

La sentencia, contra la que cabe recurso, le niega además una indemnización de 6.000 euros a la hija de la fallecida y asegura que "no se desprende que tuviera relación alguna con su madre". Es más, le recuerda que "se desentendió de su madre cuando fue requerida por la policía con ocasión de un intento de suicidio anterior".