La defensa de Pablo P. G., el hombre de 48 años que el pasado mes de marzo entró a robar en una sucursal bancaria de la avenida de la Constitución, ha decidido recurrir la sentencia por la que el Juzgado de lo Penal número 1 condenaba a este gijonés a una pena de tres años y cinco meses de cárcel por un delito de robo con intimidación en grado de tentativa y le absolvía del cargo de detención ilegal. Una pena muy inferior a los siete años y tres meses a los que se enfrentaba por la acusación particular y la Fiscalía.

No obstante, y al entender la defensa de Pablo P. G. que la sentencia emitida no ha tenido en cuenta la eximente de drogadicción, han decidido recurrir la sentencia. Cabe señalar que cuando el condenado entró en la sucursal bancaria con una pistola detonadora requirió dinero para droga y que tras iniciar la negociación con la Policía Nacional accedió a la liberación de rehenes a cambio de heroína y cocaína. Según se aportó durante el juicio, celebrado el pasado 31 de agosto, Pablo P. G. es adicto a ambas sustancias estupefacientes desde 1998. Esta misma drogadicción le llevó a cometer otros dos atracos ya en 2012 y por los que fue condenado a prisión entonces, quedando en libertad en enero de 2016. Ahora está recluido en el Centro Penitenciario de Asturias desde el último asalto.