Era Monserrat T. A. y por lo que leemos estafaba con amenazas a sus clientes "para acabar con ficticios influjos malignos". Obtenía datos de los clientes en la primera consulta (3.000 pesetas) y luego la supuesta experta en cartomancia y parasicología los extorsionaba pidiéndoles un millón de pesetas. "Como me denuncies", decía, "quedarán anuladas mis intervenciones para lograr alejar las malas influencias y te vendrán a tu persona grandes tragedias".