Las llamadas industrias creativas y culturales aportan entre un 2 y un 2,5 por ciento del total del empleo gijonés, es decir, unos 1.800 puestos de trabajo. El dato fue ofrecido ayer por el gerente de Impulsa (Centros Municipal de Empresas), Rubén Hidalgo, y por el consultor Manuel Olano. Es una de las conclusiones del estudio realizado por la firma Ikertalde para hacer un retrato de la situación de ese sector en Gijón. El objetivo es diagnosticar "un sector clave para la transformación de la ciudad debido a su influencia en diferentes factores".

Esa diagnosis se hizo con la participación de 200 personas y encuestas a los responsables de 156 empresas. De las explicaciones de Olano se puede deducir que, pese a la fragilidad de muchas de esas industrias creativas, tienen ya una cierta relevancia en la economía local. El consultor no cuantificó el peso exacto que tiene ese sector en el PIB gijonés. Todo indica, no obstante, que están llamadas a jugar un papel creciente en una ciudad en la que el sector servicios ya ocupa al 80 por ciento de la población activa.

Pero ¿qué es una industria creativa? Los responsables de este trabajo han puesto el foco sobre empresas de diseño, nuevas tecnologías, publicidad y arte. Pese a esa fragilidad (compañías de escaso tamaño, con un volumen medio de negocio anual que va de los 50.000 a los 100.000 euros), Olano está convencido de que la perspectiva de futuro es halagüeña: "Generan innovación, transformación social, y tienen repercusión en el comercio y la industria de manufacturas".

Los principales problemas para los responsables de este trabajo son la demanda, aún insuficiente -igual que la orientación mercantil o el volumen-, así como la falta de una gestión con mayor profesionalidad. Son empresas pequeñas (entre una y cinco personas) en las que la participación de mujeres y hombres es semejante. Piden más apoyo para la comercialización exterior de su trabajo y mejores vías para la financiación de sus proyectos. Hay un vigoroso optimismo: el 91 por ciento de los encuestados cree en el potencial de desarrollo de sus empresas, y un 56 por ciento está convencido de que los resultados serán mejores este año.

¿Qué hacer a partir de ese diagnóstico? Hidalgo ofreció más "colaboración ", "recursos" y un "plan de acción". "Es un sector con el que hay que trabajar", añadió. Se mostró convencido de que el viejo edificio de Tabacalera, en Cimavilla, puede ayudar a dar "visibilidad" a las industrias creativas. Los grupos políticos tienen mes y medio para definir los usos del inmueble.