La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Presidenta del PSOE

Cristina Narbona: "Se ha tolerado que los independentistas engañen a muchos ciudadanos catalanes"

"Pensar que economía y ecología están enfrentadas es un enfoque cortoplacista, en realidad no hay economía si no hay ecología"

Cristina Narbona. LUISMA MURIAS

Cristina Narbona, exministra de Medio Ambiente, es la actual presidenta del PSOE. A las siete y media de esta tarde imparte una conferencia en el Centro Municipal de El Llano, organizada por la Sociedad Cultural Gijonesa, titulada "La socialdemocracia ante los retos del siglo XXI". Un análisis no exento de autocrítica, que tiene mucho que ver con el diagnóstico que hizo el equipo de Pedro Sánchez y aprobó el 39 Congreso Federal del PSOE. El azar ha querido que la conferencia sea casi coincidente con la sesión en la que el Parlamento catalán puede proclamar la independencia.

- Hablemos de Cataluña.

-Exigimos a Puigdemont que no formalice la declaración unilateral de independencia. No existe un pueblo catalán que esté mayoritariamente detrás de esa propuesta. La manifestación que hubo en Barcelona el domingo que fue bastante explícita. Nuestra pertenencia a la UE debería de hacernos recordar cuán grave es crear nuevas fronteras, cuando compartimos un mundo cada vez más interdependiente. Se ha llegado a esta situación en Cataluña, entre otras cosas, porque se ha tolerado que los partidos independentistas engañen con la connivencia de los medios de comunicación públicos a muchos ciudadanos catalanes.

- ¿Qué le pareció el discurso del Rey?

-El Rey cumplió con el papel que le otorga la Constitución. Este es un tema que tiene que ver con la democracia y la igualdad. No se puede tolerar que los independentistas digan que quienes no fueron a votar el 1 de octubre no son ciudadanos, sino súbditos. El Rey fue muy contundente al recordar que el Estado tiene herramientas que utilizará si es necesario. Pedro Sánchez ha dejado claro que el PSOE, si hay una declaración de independencia, apoyará las medidas que decida el Gobierno de España. Siempre hemos pedido que la legalidad se aplique con la máxima mesura, proporcionalidad y eficacia, pero estamos del lado de la Constitución y de la democracia.

- Algún analista vio en el discurso del Rey un toque de atención al PSOE, por su actitud más flexible en el conflicto.

-Yo no diría que es una actitud flexible el recordar que sólo con la ley no se resuelve un problema que tiene naturaleza política. Desde hace muchos años, cuando el PSOE aprobó la Declaración de Granada, hemos venido propugnando la reforma de la Constitución, que nos permita avanzar hacia un estado federal. Hemos insistido en la necesidad de actualizar esa Carta Magna hasta el momento actual, consiguiendo casi in extremis que el PP y otros partidos acepten la creación de una comisión en el Congreso para analizar opciones sobre nuestro modelo territorial.

- ¿Cuál es la línea roja?

-La linea roja más importante en estos momentos es la declaración unilateral de independencia. Sólo volviendo a la legalidad y aparcando esa declaración se puede empezar a debatir sobre el modelo territorial en España entre todas las fuerzas políticas.

- ¿Y si se consuma la declaración unilateral?

-El Presidente del Gobierno y nuestro secretario general tienen una relación muy continuada para analizar las decisiones que se tomen. En ningún caso hay que confundir nuestra propuesta de avanzar hacia una España federal donde pueda tener cabida una amplia mayoría de la sociedad española, con el menor apoyo a las posturas independentistas. Sobre Pedro Sánchez se han contado muchas mentiras, como que estaba dispuesta a ser Presidente con el apoyo de los independentistas. No vamos a tomar atajos.

- Hay indicadores que apuntan que se está saliendo de la crisis, en la que muchos ricos se hicieron aún más. ¿Qué opina?

-Es intolerable que haya cada vez más pobres y más millonarios en España y más precariedad laboral. No hay recuperación económica, sino una recuperación para una parte muy pequeña de la población.

- ¿Cómo cree que el PSOE puede recuperar la credibilidad que perdió ante gran parte de su electorado?

-Haciendo propuestas que resuelvan esa concentración de riqueza en pocas manos, a partir de políticas fiscales y de renta diferentes. Ya hemos hecho algunas propuestas que han sido analizadas con los sindicatos; para pedir una elevación del salario mínimo interprofesional, una actualización más rápida de las pensiones más bajas y que los salarios crezcan de forma ajustada al aumento de la riqueza nacional.

- Con un escenario como el actual, un gobierno de izquierdas pasaría por un acuerdo del PSOE con Podemos.

-En Asturias Podemos está permitiendo que el partido de Álvarez-Cascos gobierne Gijón. En otras partes está apoyando a gobiernos locales o regionales del PSOE o el PSOE a gobiernos locales de Podemos. La posición de Podemos es bastante variable a lo largo y ancho de la geografía española. En el Parlamento hay un espacio de coincidencia, pero también elementos de clara discrepancia con Podemos, que defiende el derecho de autodeterminación de todos los pueblos de España y nosotros en absoluto.

- ¿Y de cara al futuro?

-El PSOE empezó a recuperar ya parte de los votos que perdimos incluso antes de que existieran Podemos y Ciudadanos. La gran caída de votos la sufrimos en 2011, cuando ninguno de esos dos partidos existían y perdimos 4,3 millones de sufragios. Después todavía perdimos algunos más, pero la gran caída se produjo simultáneamente a esa percepción de que la crisis económica no había sido diagnosticada ni gestionada desde una posición socialdemócrata. Es algo que ha pasado en muchos países, donde no se han diferenciado por parte de los votantes las políticas económicas de los partidos conservadores de las socialdemócratas.

- ¿Y los recortes?

-Sin duda las políticas de austeridad han acentuado las desigualdades, pero no hay que olvidar que todo esto viene de una crisis económica que tiene su origen en una desregulación absoluta de los mercados de capitales, una liberalización que se fue convirtiendo en un auténtico cáncer a escala internacional hasta que reventó en 2007, porque el capital había escapado a cualquier regla del juego. Cuando esa desregulación de los capitales se llevó a cabo, en la mayoría de los países europeos había gobiernos socialdemócratas que no entendieron que desregular los capitales iba a traer consecuencias muy negativas desde el punto de vista social. Más bien se pensaba que eso aumentaría el PIB y la riqueza. Ahí es donde creemos que hubo un fallo de diagnóstico muy grave.

- ¿Qué diría a quien cree que el desarrollo es incompatible con cuidar el medio ambiente?

-La comunidad científica lleva mucho tiempo alertando de las graves consecuencias no sólo ambientales, sino también sociales y económicas de procesos como el cambio climático. Pensar que economía y ecología están enfrentadas es un enfoque muy cortoplacista, en realidad no hay economía si no hay ecología. Si nuestras condiciones de vida se ven amenazadas de manera sistemática por riesgos de catástrofes naturales, todo esto tiene un efecto económico y social, porque todos los problemas ambientales afectan de manera más grave a los ciudadanos más desfavorecidos. La sostenibilidad ecológica es la que puede garantizar verdaderamente la igualdad de los ciudadanos y solidaridad entre las generaciones actuales y con las futuras. Si tenemos un problema de contaminación, no es sólo un problema de los ecosistemas, es un problema de seguridad alimentaria, de salud y de bienestar. Hay que superar la falsa dicotomía de economía versus ecología.

- ¿Qué plantean al respecto?

-Uno de los retos del futuro tiene que ver con la necesidad de incorporar de una forma real las cuestiones ecológicas en nuestro modelo productivo de una manera gradual, fijando una transición justa, es decir, que se tengan en cuenta los puestos de trabajo en sectores que puedan requerir cambios en el medio y largo plazo, y eso significa ir creando nuevos empleos, orientando la producción y el consumo de manera compatible con los límites planetarios que en estos momentos en gran medida se han desbordado.

- ¿Ve posible que se restañen todas las heridas del último enfrentamiento interno en el PSOE?

-Yo creo que vamos gradualmente asentando las nuevas direcciones en todos los territorios y mi confianza es absoluta de que la mayoría de los militantes se sientan involucrados en el proyecto que encabeza Pedro Sánchez para cambiar ese declive dramático que ha sufrido nuestro partido en los últimos años y también para consagrar una democracia interna de mayor calidad.

Compartir el artículo

stats