La maratón parece llegar a su fin. Tras una innumerable nómina de retrasos, actuaciones fallidas y meses de cierre, en los próximos días se procederá a retirar las vallas que cercan el popular Kilometrín, al darse por finalizadas las obras de adecuación de la pista deportiva situada junto a la desembocadura del Piles y El Molinón.

Eso sí, sólo la primera parte de ellas, las que corresponden a alargar el trazado hasta alcanzar el kilómetro de longitud, adecuar el drenaje del suelo y mejorar la iluminación. Queda aún por emprender una segunda fase, que aún no está licitada, para incorporar los equipamientos deportivos prometidos como la colocación de taquillas o un reloj.

Además, sobre las obras se mantiene la sombra de una posible sanción por parte de la Demarcación de Costas que, dice, el Consistorio inició las obras de adecuación sin los permisos pertinentes.

Unas obras de adecuación que llevan instauradas en el debe del equipo de gobierno forista desde el año 2014, cuando se iniciaron unos fallidos trabajos de adecuación que pusieron el grito de los corredores gijoneses en el cielo por unos retrasos que, ayer, llegaron a su fin.