Un reguero de gente recorrió ayer las calles de Fomento con un grito unánime: "Todos somos Germán". El lema de la concentración, grabado en una pancarta -la misma que se exhibió en El Molinón en el primer encuentro de esta temporada, frente al Lugo-, encabezó una marcha con un objetivo claro: hacer ver que su familia, sus amigos y la ciudad de Gijón, no se olvidan de Germán Fernández, el joven camarero gijonés que, en la noche del 13 al 14 de julio, sufrió una brutal agresión en la esquina entre las calles Marqués de San Esteban y Felipe Menéndez.

La marcha, organizada por compañeros de trabajo y amigos del joven camarero -incluido Martín Fernández, otro de los agredidos-, tenía por objeto arropar a Germán en su recuperación. El joven sigue ingresado, desde la noche de la paliza, en el HUCA, donde pasó varias semanas en coma y recientemente inició un proceso de lenta rehabilitación.

"Las leyes tienen que cambiar, hace tres meses fue mi hijo pero mañana puede ser cualquiera, por eso todos somos Germán", aseguró Yolanda Fernández, madre de Germán, tras la concentración, en la que se mostró "muy agradecida por todo el apoyo".

"Germán está bien, está estable, no hay peligro de vida, pero es como si fuera un bebé de seis meses, tiene que aprender a comer, a hablar, a caminar", relató Yolanda, "todo ello agravado porque, digan lo que digan, él tiene consciencia, lo entiende todo, está encerrado en su cuerpo", aseveró.

"Esto es una pesadilla, no lo mataron porque él fue fuerte y vivió, pero yo a mi hijo lo vi cuarenta días muriendo", rememoró la madre, " está así no porque él haya hecho nada, sino porque apeteció, porque nos divertimos, en vez de con un saco de boxeo, con una persona", se lamentó; "yo tenía una vida que me jodieron cuatro listos y no sé cómo va a acabar", agregó.

La mujer, que llegó "entera" a la concentración pero terminó derrumbándose, quiso recordar cómo "yo tenía una vida, mis hijos trabajaban, eran unos chicos civilizados, siempre les dije que hicieran su vida y nos la jodieron, no tengo ganas ni de llevar mi sidrería".

La madre del joven agredido quiso hacer hincapié en la necesidad de cambiar las leyes para hacerlas más estrictas. "Esto pasó y va a seguir pasando, porque es gratis y así estamos", denunció. "Los que lo hicieron van a salir de la cárcel con una paga y su comida allí la estoy pagando yo y todos, y eso me revienta", explícito. Por ahora, en relación a la agresión, hay tres jóvenes -Imad A., Yeray R., y Rubén A.- que se encuentran en prisión provisional acusados de los hechos; otros dos acusados se encuentran en libertad con cargos tras pasar por el Centro Penitenciario de Asturias, y dos más están siendo investigados.

La familia de Germán valora la opción de poder trasladar al joven a una clínica privada para que pueda continuar con su rehabilitación. Una opción para la que, aseguró la madre del agredido, "tendré que pedir dinero, porque yo no lo tengo, lo tendrán que pagar ellos, que dejaron a mi hijo así. Y si no, su familia", explicó. "Voy a ser una mosca cojonera", garantizó Yolanda Fernández. "Los políticos, que valoren qué es más importante, esos asesinos o mis hijos y su familia", añadió.

Mientras tanto, la familia y amigos de Germán seguirán enviándole todo su ánimo y apoyo para su recuperación, igual que llevan haciendo los últimos tres meses, después de que una brutal agresión cambiase sus vidas.