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Los inolvidables mítines y cenas políticas en Las Ballenas

Disfrutamos del sabroso besugo con fideos con interminables sobremesas - en compañía de Luis Gómez Llorente, Rafael Alberti y Silverio Cañada

Votaciones en La Calzada en 1977.

De inolvidables solamente se pueden calificar aquellos tiempos en que recuperábamos nuestros derechos como ciudadanos. Tras la convocatoria de las elecciones democráticas vivimos nuestra primera campaña electoral. La plaza de toros de El Bibio se abarrotaba con los mítines de personajes míticos como Santiago Carrillo y Dolores Ibárruri, "La Pasionaria", y el líder que más me llamó la atención por su corrosiva dialéctica y su teatralidad fue Alfonso Guerra quien aquí, en Gijón, dijo que si doblásemos el mapa Asturias y Andalucía se abrazarían. Cataluña recuperaría la Generalidad gracias al entendimiento entre Josep Tarradellas y Adolfo Suárez -qué grandes personajes a los que tuve el honor de conocer personalmente- al buscar la concordia histórica. No obstante, aquel año el mundo perdería a genios irrepetibles como María Callas, Charles Chaplin, Groucho Marx y Elvis Presley. Todo un marco mítico para una época de cambio total.

Las cenas políticas en Las Ballenas. Además de los mítines también disfrutamos del acercamiento a los principales líderes políticos que habían aterrizado en Asturias para encabezar las candidaturas. Hubo cenas grandiosas -intelectualmente hablando- en Las Ballenas, en Cimadevilla, donde, además, la cocinera Covadonga nos hizo descubrir esa maravilla que es el besugo con fideos del que aseguraban que era la inventora. En contra de lo que habitualmente se piensa: son los meses de verano cuando mejor sabe el besugo y no por las navidades.

De aquel exquisito plato también disfrutó, por ejemplo, el segoviano Luis Gómez Llorente -un honrado marxista que defendió hasta el final sus tesis- quien con su pipa colgada de los labios, no le importaba trasladar su labor docente como historiador a las interminables sobremesas. Otra noche, el comunista Rafael Alberti, entusiasmado por las excelencias gastronómicas de Las Ballenas, no paraba de recitar con apasionamiento sus hermosos poemas cantando a la libertad. En una de éstas, Pepe "El Cazurro" -el marido de Covadonga, ambos dueños de Las Ballenas y ante el estupor del editor Silverio Cañada Acebal- discretamente me preguntó que quién era aquel hombre de largas melenas blancas con ojos de besugo que no paraba de recitar versos en alta voz que molestaba a la clientela. Y yo, claro, se lo aclaré: "El gran poeta Rafael Alberti, qué podenco eres, Pepe".

El desmoronamiento de un partido asturianista. Todos fuimos a votar con gran ilusión y hasta hubo que lo hizo poniéndose una corbata para celebrarlo, pero el histórico individualismo de los asturianos llevó a todos aquellos que habían formado parte de la DSA a escoger diferentes caminos en busca de su futuro político: Pedro de Silva fue en un discreto puesto con el PSP y Antonio Masip optó por la Unidad Regionalista Asturiana. Al final, las urnas dieron la razón a Adolfo Suárez cuando al Partido Comunista solamente lo apoyaron el 9'38 por ciento de los votantes y también a Felipe González, que logró en Asturias el 31'74 por ciento de los votos ganando a la UCD. El PSP no obtuvo nada más que el 7'8 por ciento de los votos, lo que motivó el desmoronamiento de las expectativas de un partido realmente asturianista. El concejal José Manuel Palacio, nuevo diputado por el PSOE, se ofreció al Alcalde para desde su nueva responsabilidad defender en el Congreso los intereses de Gijón.

Comienzan las excavaciones en la Campa Torres. Aunque ya en el año 1783 -por indicaciones de Jovellanos- el arquitecto Manuel Reguera había excavado en los restos de las construcciones romanas de las Aras Sestianas, la abandonada explanada de la Campa Torres era todavía uno de los lugares donde -entre otras cosas, discretamente- se solía a subir en coche a cambiar el aceite, pero dado que en 1972 el profesor de Prehistoria de la Universidad de Oviedo José Manuel González lo había catalogado como el castro de Noega, en julio de 1977, gracias a una subvención de cien mil pesetas, un equipo de arqueólogos formado por José Luis Maya, Juana Bellón Martínez y Miguel Ángel de Blas iniciaron en la Campa Torres una campaña para tratar de encontrar allí el castro de Noega. En aquella tercera aproximación a las raíces de nuestros orígenes hallaron un edificio romano y restos de un castro.

Años después, gracias al empeño del arqueólogo gijonés Manuel Fernández-Miranda, quien, en su época de director general de Bellas Artes -además de ser el defensor de la entrada gratuita a los museos, lo que fue un error ya que a lo que no se pone precio se deprecia y de ahí las dificultades financieras que padecen administraciones como las asturianas- logró sacar adelante el denominado "Proyecto Gijón", aunque en la Campa Torres todavía falta por excavar un noventa por ciento. Así que si todavía no sabemos de dónde venimos, difícilmente vamos a tener claro hacia dónde vamos.

Ángel Viejo crea la Escuela de Fútbol de Mareo. También el optimismo emanaba de aquel Sporting presidido por el clarividente empresario Ángel Viejo Feliú, quien había cogido las riendas del equipo y tuvo la genialidad de crear con el dinero del traspaso de Ignacio Churruca la Escuela de Fútbol de Mareo. Su razonamiento era diáfano y así me lo contó: "El Sporting nunca podrá competir en el mercado con equipos como el Madrid o el Barcelona. Por eso era obligado gastar el dinero en hacer la Escuela de Fútbol de Mareo. Nos pusimos a buscar terrenos adecuados y Barbarina, la viuda de Enrique Cangas, una gran sportinguista, nos dio muchas facilidades. Así realizamos aquella gran adquisición que ahora ya se ve los frutos que está dando y cómo los jugadores que salen de allí están sirviendo para equilibrar los balances. A mí lo que más me gustaría es que cuando el club estuviese saneado debidamente llegase el día en que parásemos de vender a los buenos jugadores". Cuatro décadas después seguimos sin tener claro aquel concepto de futuro que pusieron en marcha Ángel Viejo y Enrique Casas, con las famosas "promociones de Mareo", de donde han salido tan buenos jugadores que nunca hemos sabido retener. Así nos va.

Una inocentada que aportó dinero a las arcas municipales. Entre las anécdotas de aquellos tiempos me he de apuntar la inocentada que di el 28 de diciembre de 1977, cuando titulé mi crónica municipal advirtiendo de que la Comisión Permanente -ante del grave déficit presupuestario que rondaba los ciento cincuenta millones de pesetas- había acordado el embargo de los televisores en color a los morosos en el pago de los impuestos de Circulación y Recogida de Basuras. El depositario de Fondos del Ayuntamiento de Gijón, Faustino González Alcalde, comprobó con perplejidad cómo las colas salían desde los soportales de la Casa Consistorial y llegaban hasta la Pescadería Municipal para acudir a la ventanilla de pagos. En un solo día se recaudaron más de dos millones de pesetas. Y es que los televisores son los televisores, evidentemente en las prioridades existenciales de la ciudadanía que cree en los mitos que con pies de barro crea la caja tonta.

El alcalde Luis Cueto-Felgueroso me llamó al despacho para reprocharme la inocentada, pero el pragmático "galaicoburgalés" Faustino González Alcalde -muy contento por aquellos ingresos inesperados en las arcas municipales- me invitó a unas exquisitas parrochines en Las Ballenas.

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