"Nos dejaron plantados". Ese es el sentimiento de los vecinos de la parroquia gijonesa de Veriña después de que, el pasado mes de septiembre la línea 21 de Emtusa cambiase su recorrido, dejando de llegar a Veriña para cubrir la zona de Tremañes.

Desde entonces, los vecinos han visto cómo han perdido "la única conexión" con el barrio de La Calzada. "Ya no podemos ir en autobús ni siquiera a hacer las compras o, lo más preocupante, al ambulatorio", resume Amancio López, presidente de la Asociación de vecinos "San Martín" de Veriña. "Tenemos que bajar en taxi u organizarnos entre los que tenemos coche para poder llevar a los demás", explica el portavoz vecinal.

Desde la asociación de vecinos, en connivencia con la Federación de Asociaciones de Vecinos de la zona Rural, se busca una solución con el Ayuntamiento, que justifica su decisión por la "falta de demanda".

"Si no se encuentra una solución rápido, habrá que tomar algún tipo de medidas", concluye el representante vecinal.