La Policía Local de Gijón practicó durante el fin de semana más de 600 pruebas de alcohol y drogas en controles preventivos en distintos lugares de la ciudad, que acabaron con el resultado de once denuncias a conductores, diez de ellos sancionados por superar la tasa máxima permitida de alcohol y uno por conducir bajo la influencia de drogas.

Aparte de los controles preventivos, y con motivo de las labores normales de patrullaje, los agentes sorprendieron durante el fin de semana a cuatro conductores más que también dieron resultado positivo en los test de drogas mientras que otros dos lo hicieron por alcoholemia. Estos diecisiete conductores fueron denunciados por vía administrativa.

Además, se detuvo a otras cinco personas por delitos contra la seguridad vial, dos de ellos por altas tasas de alcoholemia y tres más por conducir sin haber obtenido nunca un Permiso de Conducción.