A los actores de raza, los que dejan su retrato en la memoria de los espectadores, se les despide con un aplauso (también a los poetas y a los toreros) cuando hacen el definitivo mutis por el foro, sirva aquí la expresión teatral. Esta tradición se cumplió ayer en el tanatorio de Cabueñes, donde la ceremonia de la palabra ante el féretro de Arsenio González Álvarez se convirtió en un emocionado y emocionante homenaje a quien fue durante décadas "la sonrisa" del teatro costumbrista asturiano. Y no faltó un elocuente "¡bravo!" a quien ha sido el gran característico de la Compañía Asturiana de Comedias que ayudó a refundar, a partir de 1986, junto a su mujer, Josefina García, y sus compañeros Eladio Sánchez, Pili Ibaseta y José Fuertes. El quinteto que logró restaurar la tradición de una escena del pueblo para el pueblo, como ha dicho en alguna ocasión el actor y comediógrafo Sergio Buelga.

"Él decía que sólo hacía caxigalines y queremos mantener ese tono también hoy en la despedida de este gran artista", dijo el sacerdote Vicente Álvarez, que ofició la misa. Arsenio González falleció el pasado miércoles, a los 86 años. Actor respetado también por quienes no comulgan con el teatro costumbrista que marcó su vida, cultivó además la escritura de comedias ("La trastá" está considerada como una obra de referencia por los especialistas), los monólogos y versos de circunstancias y festivos en los que dejaba siempre una impronta bienhumorada y su bonhomía.

Desolación entre algunos de los veteranos de la Compañía Asturiana de Comedias, caso de su director. "Vamos a tratar de seguir, pero Arsenio es alguien difícil de reemplazar; era un compañero y un amigo", dijo Eladio Sánchez. Hijo de Aurora Sánchez, una de las históricas del teatro costumbrista asturiano junto a Rosario Trabanco, recordó que él mismo (tiene también 86 años) lleva un año sin salir a escena.

Una vida dedicada al teatro

"Fue un tipo que dedicó toda su vida al teatro, a hacer reír a los demás; tenía un talento indiscutible para llevar felicidad a la vida a los demás", señaló el actor y escritor Maxi Rodríguez. Éste recordó que coincidió con Arsenio González en "Carne de gallina", la película de Javier Maqua. "Un actor de raza con un magnetismo especial; salía a escena y se comía al público", manifestó el dramaturgo Eladio de Pablo, director durante años de la Escuela Superior de Arte Dramático del Principado. "Un referente del costumbrismo, grande de verdad", hizo resaltar el veterano actor Fernando Marrot. "Estamos dolidos en el alma porque no sólo se nos marcha un compañero, sino alguien que dio felicidad a todos", indicó Armando Felgueroso, destacado miembro de la Asturiana de Comedias.

Jesús Menéndez Peláez, catedrático de la Universidad de Oviedo y minucioso investigador del teatro costumbrista, hizo de la oración de los fieles un homenaje al artista fallecido: "Supo transmitir la manera de ser del pueblo asturiano; hacía verdadera asturianía". Antes, el cura de Granda se había referido al asunto: "Hizo más asturianía que muchos políticos". Intervinieron también Buelga ("Arsenio estaba siempre sonriendo") y Elena Castro ("el teatro pierde uno de sus mayores puntales". Toni Valdés interpretó un sentido "Ave María". Parece que hasta el arzobispo de Oviedo envió recado.