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El 83 por ciento de las mujeres del área hace el control preventivo de cáncer de mama

El programa de revisiones mamográficas, que lleva 18 años implantado, ha visto crecer la tasa de participación en doce puntos desde sus inicios

El 83 por ciento de las mujeres del área hace el control preventivo de cáncer de mama MARCOS LEÓN

El programa preventivo de detección de cáncer de mama en el área V (Gijón, Carreño y Villaviciosa) acaba de cumplir su mayoría de edad. Dieciocho años ininterrumpidos en que las mujeres entre 50 y 64 años -al principio- y ahora entre 50 y 69 años, son convocadas por carta para someterse a una mamografía de control que se repite cada dos años. En 1999 fueron 12.337 las mujeres citadas y 7.800 las que se hicieron el estudio; el pasado año fueron 21.655 las citadas, y 16.130 las que acudieron a la consulta en el hospital de la Cruz Roja, donde desde el inicio se lleva a cabo el programa impulsado por el Sespa (Servicio de Salud del Principado).

Ese nivel de aceptación implica que casi el 75% de las mujeres gijonesas está comprometida con la campaña y acude a la revisión preventiva, una cifra que mejora en un doce por ciento la respuesta que se lograba en los inicios. Según los programas de la OMS, la mamografía "es el único método de cribado que se ha revelado eficaz. Si su cobertura supera el 70%, esta forma de cribado puede reducir la mortalidad por cáncer de mama en un 20%-30% en las mujeres de más de 50 años en los países de ingresos altos".

En Gijón ese 70% se supera con amplitud porque el programa que se lleva a cabo en Cruz Roja incluye desde hace algún tiempo el registro de las mujeres que contestan a la carta avisando de que ya están controladas con mamografías preventivas en otros circuitos -aseguradoras, sanidad privada...-, lo que hace que su rechazo de la cita no sea importante. De ahí que la cifra que se maneja, global, de mujeres que llevan un seguimiento de sus mamas es del 83% en el área.

"Es muy buen indicador, pero no nos conformamos. La lectura que hacemos es que hay un 17% de mujeres del área a las que no llegamos. Que por alguna razón hacen caso omiso de la carta, de la cita, siendo como sabemos que es un buen método preventivo", explica Pedro Herce, gerente del hospital de la Cruz Roja.

Tal como certificaban esta semana las autoridades del Principado, con motivo del día mundial de concienciación contra el cáncer de mama, el programa del cribado "no evita la dolencia, pero permite detectarla en una fase inicial, cuando la probabilidad de supervivencia es mayor". Según los últimos estudios, las mujeres a las que se les detecta un tumor con esta herramienta de control tienen un 27% más de posibilidades de que se encuentre en una fase temprana y no haya afectación ganglionar, lo que determina ese mejor pronóstico.

En el programa de cribado de Cruz Roja el pasado año hubo 70 detecciones de tumores. Una cifra que supone un incremento respecto a los 55 casos de enfermedad que se habían concretado un año antes. Los responsables del programa no consideran que ese aumento sea significativo porque "la tasa de detección sigue estando en 4,4 casos por mil, que es el parámetro que se maneja en España, y son casos que tienen la gran importancia de que se detectan en fase subclínica, cuando el cáncer aún no ha dado la cara. Ahí está el beneficio de este programa", indica Pedro Herce.

Tras haberse realizado las pruebas mamográficas, Cruz Roja tiene registrado un tiempo de respuesta a las mujeres de 4-5 días, con contestación por correo de la normalidad de la consulta. En caso de que haya que ampliar el estudio, porque los radiólogos ven necesario hacer otra mamografía o una ecografía, "entonces estamos tardando unos 7 días en dar la contestación final de si hay normalidad o hay que derivar a la mujer a la unidad de mama de Cabueñes", explica el gerente del centro.

En la actualidad la unidad de Cruz Roja tiene una dotación de dos mamógrafos, tras una primera fase de trabajo con un solo aparato. El personal lo componen siete profesionales, de ellos un radiólogo y dos técnicos. A diario están pacientes citadas, tanto en horario de mañana como de tarde. Sobre la posible incorporación, en unos años, a un mayor número de mujeres de 50 años que inician el programa de control, Herce sostiene que "la unidad no está al cien por ciento de rendimiento y tiene margen para crecer".

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