Dos de los jóvenes que están en prisión provisional por el "caso Germán" -el suceso que ocurrió en la zona de ocio nocturno de Fomento el pasado 14 de julio y que provocaron importantes lesiones a Germán Fernández- suman una nueva causa judicial por la que se enfrentan a dos años de cárcel por un delito de lesiones que les pide el ministerio fiscal, con la agravante de abuso de superioridad.

Los procesados en esta nueva causa judicial -por unos hechos ocurridos el 12 de marzo de este año y a las puertas del mismo local de la calle Marqués de San Esteban donde se inició la pelea del "caso Germán"- son el gijonés Yeray R. V., de 21 años, e Imad A., marroquí de 18 años. Este último, que suma aún más causas pendientes, se enfrentará también a la pena de ocho años de expulsión del territorio nacional, a contar desde el cumplimiento de la pena si saliese condenado.

Imad A., nacido en Marruecos, disfruta de un permiso de residencia en España de larga duración por motivos de familia desde julio de 2015. Fue él uno de los primeros arrestados en el "caso Germán" y por ello se encuentra desde el 15 de julio en el Centro Penitenciario de Asturias. Allí está junto a Yeray R. V., que ingresó de forma provisional en la cárcel por su supuesta implicación en los mismos hechos.

Juntos están acusados también por un delito de lesiones ocurrido en Marqués de San Esteban el 12 de marzo. Según el relato de la Fiscalía, sobre las 4 de la madrugada, los acusados -en compañía de otras personas no identificadas- agredieron a un joven que intervino en auxilio de una chica a la que no conocía y a la que los dos procesados estaban molestando. Los acusados actuaron "de común acuerdo" y "con intención de menoscabar" la integridad física de la víctima, que se persona como acusación particular por las lesiones que sufrió tras la agresión. A tenor de los partes médicos aportados por esta víctima, los golpes recibidos -le siguieron pegando en el suelo, según denuncia- le provocaron una "tumefacción nasal y del labio superior, herida contusa de 4 milímetros en unión de labio rojo y blanco y herida contusa en vestido labial, luxación extrusiva con movilidad de los dientes 11 y 21, que motivó tratamiento médico y quirúrgico consistente en cirugía menor con limpieza, desbridamiento y sutura de las heridas labiales, reducción de la luxación de los dientes 11 y 21 e inmovilización con férula de titanio y composite".

La acusación particular, ejercida por el letrado Andrés Martínez Ceyanes, sostiene que durante la agresión Imad A. puso en práctica sus conocimientos boxísticos. Se situó delante del agredido, en posición de boxear, y le lanzó un puñetazo. Después le cogió de la cabeza y le golpeó con la rodilla en la cara. Imad A., según la acusación, realizó movimientos rápidos de cintura con los puños por delante fruto de su pasado como boxeador. A los golpes y patadas se sumó también Yeray R. V.. Unos golpes que cesaron al detectar la presencia de una patrulla de la Policía.

Son precisamente estos conocimientos de boxeo que tiene Imad A. los que motivan que la acusación particular exija cuatro años de cárcel para cada uno de los dos acusados, al amparo de los artículos 147 y 148 del Código Penal. Este último artículo agrava la privación de libertad "si en la agresión se hubieren utilizado (...) medios, métodos o formas concretamente peligrosas para la vida o salud, física o psíquica, del lesionado". Ahí se incluyen los conocimientos de boxeo, conocimientos que puso en práctica, supuestamente, durante esta agresión. Además, también les reclaman, de forma conjunta y solidaria, el pago de una indemnización de 20.000 euros por las lesiones que sufrió el joven y los gastos médicos derivados al Sespa. El Juzgado de instrucción número 2 de Gijón ya ha decretado la apertura de juicio oral por estos hechos.

Imad A. es el procesado en el "caso Germán" que más frentes abiertos tiene en el Juzgado. A este hecho y el de Germán debe sumar la agresión a un menor de edad en el mes de mayo -le piden dos años de cárcel- y su implicación junto a otras personas en una paliza a un joven en el suelo frente a la iglesia San José.