"No podemos mirar para otro lado". Con este convencimiento un grupo de hombres gijoneses ha tomado la decisión de unirse al colectivo de "Muyeres en llucha" de la CSI y el colectivo Xega cada vez que en España fallece una mujer víctima de la violencia machista. Por desgracia suele ser a menudo. Casi todas las semanas es necesario organizar una manifestación, siempre ante la Gota de Leche y, desde hace un par de años, con presencia masculina.

"Es algo que ha ido surgiendo por una cuestión de conciencia", explica Rafael Cuartas, uno de los participantes más veteranos en las concentraciones. Profesor jubilado, en su caso lleva ya tiempo en contacto con la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género, porque "a través de ellos hice un curso para trabajar con los alumnos en el aula y supe de sus actividades, de su implicación con un tema que es de todos". La asociación no tiene sede constituida en Asturias, pero Rafael se ha ido encargando de mantener la presencia masculina en las concentraciones de repulsa hacia la violencia de género. "Llevamos viniendo desde hace un par de años de forma regular, casi siempre los mismos pero convencidos de que es necesario", explica.

Javier Pérez, por su parte, lleva asisiendo a las concentraciones "desde que se pusieron en marcha", porque "es una barbaridad que un hombre considere a una mujer una posesión, es una persona con la que compartir la vida y su lucha debe ser apoyada por todos". Como él, Francisco Fernández y José Manuel Iglesias se muestan convencidos de que "hay que concienciar a todos los hombres de participar en este tipo de concentraciones", porque "la lucha es de todos y tenemos que recordar a la gente la necesidad de ser solidarios", indicaban ayer junto con cerca de una docena de hombres que quisieron recordar a las dos últimas mujeres asesinadas en España.

Ayer, además, la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género hizo circular un manifiesto para denunciar cómo "la violencia machista es un problema de los hombres que sufren las mujeres", y por lo tanto "como hombres tenemos una responsabilidad especial en hacer frente a esta violencia". En este sentido hacen un llamamiento a "identificar las formas más sutiles de violencia en el hogar, el trabajo o la calle" con el objetivo de "dejar de ser tolerantes con esos comportamientos". Y de paso, "practicar diariamente la igualdad en nuestra vida cotidiana", reivindican.