"Pido disculpas por lo que pasó". Con estas palabras reconoció ayer los hechos el inglés acusado de agredir a dos camareros de un pub de la avenida Rufo García Rendueles que trataron de impedir su salida del local sin abonar la totalidad de las consumiciones realizadas que superaban los cien euros.

A uno de los trabajadores del establecimiento, el que se interpuso en su camino, le dio un puñetazo en la mejilla mientras que al otro, que estaba en la cocina y escuchó los gritos, le lanzó un puñetazo en la boca que lo tiró al suelo. "Se dio la vuelta, sin remordimientos, y le pegó un puñetazo como nunca había visto", relató en su declaración uno de las víctimas. Ambos camareros declararon ayer en el juzgado y exigieron el pago de una indemnización por los daños causados.

El acusado, de origen inglés, reconoció los hechos pero declinó responder a preguntas ni de Fiscalía ni de la acusación particular. También depositó 11.080 euros para reparar los perjuicios a las víctimas. Siguió el desarrollo de la vista oral, celebrada en la sección octava de la Audiencia Provincial, junto a una traductora.

La Fiscalía rebajó su petición inicial de dos años a un año y tres meses de cárcel por un delito de lesiones apreciando la atenuante de reparación parcial del daño. El juicio quedó visto para sentencia.