El Centro Español de Metrología (CEM), organismo dependiente del Ministerio de Fomento, revisa y certifica anualmente cada uno de los cinemómetros de los radares ubicados en el caso urbano de Gijón así como las cabinas en su conjunto, con el radar. En este último caso lo hace con una periodicidad de seis años. Por este motivo el caso del apagón de los radares fijos en Oviedo tras sentencias judiciales en contra del Ayuntamiento no es extrapolable a Gijón.

Muchos conductores conocedores del conflicto en la capital -motivado por la sentencia del Juzgado de lo Contencioso número 3 de Oviedo, que falló a favor de una conductora que fue sancionada por exceso de velocidad en el Bulevar de Santullano y que alegó que las cabinas en las que se coloca el cinemómetro no cuentan con el certificado exigido de fiabilidad y que podría desencadenar un aluvión de reclamaciones de conductores sancionados desde 2012- se preguntaron ese mismo escenario se podría vivir en Gijón. Fuentes consultadas sostienen que en Gijón el funcionamiento es distinto a Oviedo por lo que no podría suceder lo mismo.

Esto se debe a que el CEM certifica la validez y credibilidad de las imágenes e información obtenidas, no sólo porque certifica los radares por separado, sino, también, el conjunto cabina y radar, lo que dota a todos los dispositivos desplegados en el casco urbano -controlados por la Policía Local- de la ciudad de total legalidad.

En Gijón hay tres tipos de dispositivos para perseguir este fin: radares fijos (cinemómetros estáticos), que controlan velocidad; radares móviles, que controlan la velocidad y pueden ser de tipo pistola o sobre trípode -incluso pueden ir en el interior de un coche- y fotorrojo, que controlan el paso de un semáforo en color rojo.

En la ciudad hay ocho cabinas para radar fijo sobre poste de tres metros de altura y tres radares fijos que rotan por ocho puntos del casco urbano desde 2007. La infraestructura también incluye dos fotorrojos, uno de ellos instalado en la avenida Príncipe de Asturias tras el cruce de Cuatro Caminos y otro en la avenida Príncipe de Asturias a la entrada de Gaspar García Laviana. Es la Policía Local y no Tráfico la encargada de gestionar la información obtenida de todos estos dispositivos y proceder a sancionar en el caso en el que fuese necesario. Además, la propia Policía Local de Gijón dispone de radares móviles de diferente tipología.

Los radares móviles -el "TruCam" o radar pistola, adquirido por el Ayuntamiento de Gijón en agosto de 2015 y el "Autovelox"-los que están dentro de vehículos móviles- permitieron denunciar en el año 2016 a 13.744 vehículos de los 271.427 controlados por esos dispositivos tras más de 1.056 horas de control, lo que supone una tasa de sanción del 5,06 por ciento.