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Sólo 278 de los casi 4.000 demandantes de la renta social tienen su tarjeta lista para comprar

Servicios Sociales del Ayuntamiento impulsa una nueva convocatoria con 4,3 millones de euros para alcanzar al mayor número de peticionarios

El acto de presentación del programa en el Ayuntamiento de Gijón, con la concejala Eva Illán.

En mucho más lento de lo esperado por todos, y sobre todo por las familias beneficiarias , se está convirtiendo llegar a la ayuda efectiva de la renta social municipal. De hecho, y según los cálculos más recientes, ahora mismo sólo hay 278 tarjetas activadas y con capacidad para hacer compras. Esta cifra de tarjetas en funcionamiento está muy lejos de aquel número de 3.867 solicitudes que se recibieron en la Fundación Municipal de Servicios Sociales durante el periodo de presentación de instancias de la primera convocatoria de estas ayudas, que terminó el pasado 31 de julio. Fue la cifra más alta de peticiones recibidas para un programa social municipal en los últimos años.

Pero también está muy lejos de las 1.301 solicitudes ya resueltas por los servicios técnicos de la oficina de la renta social a 30 de septiembre. De ellas 300 resultaron denegadas y 731 aprobadas: 723 dentro de la denomina línea 1 del programa y 8 en la línea 2. Porcentualmente es una aprobación del 70,9% de las peticiones que, en dinero, suponen un desembolso garantizado de 1.294.035,2 euros para la línea 1 y 6.226,68 euros en la línea 2. No hay que olvidar que la primera convocatoria de la renta social tenía una dotación económica de 2.550.000 euros para este año con un compromiso de consignación presupuestaria de 1.275.000 euros para el próximo ejercicio.

La ayuda media a los beneficiarios de la denominada línea 1 -la mayoritaria y que está destinada a facilitar compras de productos de primera necesidad a quienes ya tienen otros ingresos en la unidad familiar pero que resultan insuficientes- es de 1.778,70 euros al año. La línea 2 está pensada para quienes ni tiene pensiones, ni salario social ni ninguna otra ayuda. Ni tampoco las condiciones para que se le vayan a conceder.

¿Qué motiva la tardanza en activar las tarjetas una vez conseguido el visto bueno de Servicios Sociales? El problema es que ese sí es sólo el principio del camino. No el final. El expediente con la solicitud aprobada tiene que pasar el filtro de la Intervención del Ayuntamiento y ya cuando se ha completado la tramitación municipal toca pasar la información a Caixabank como entidad financiera que da soporte a la operación. Ella cumplirá con su parte del trabajo en la emisión y activación de la tarjeta en nombre del usuario que va a beneficiarse de la ayuda.

Solo entonces la persona puede dirigirse a uno de los alrededor de 250 comercios que se han vinculado al programa de renta social y usar esa tarjeta para hacer sus compras. La participación del comercio local en esta operación se desarrolla a través de un convenio de colaboración entre la administración municipal y la Unión de Comerciantes.

Hasta el día 20

Al tiempo que las primeras ayudas se van concediendo, la Fundación Municipal de Servicios Sociales ultima la realización de una segunda convocatoria de estas ayudas. Algo que estaba anunciado desde un primer momento para dar continuidad al programa pero que se ha retrasado más de lo previsto. De hecho, desde el gobierno de Foro se había planteado que el mecanismo se activaría tras el verano pero es este viernes cuando se ha convocado una reunión extraordinaria de la junta rectora de la Fundación Municipal de Servicios Social para votar el pliego de condiciones de esa segunda convocatoria. Quienes más beligerantes han sido con las demoras en la gestión del programa han sido Xixón Sí Puede e IU, que fueron también quienes impulsaron esa iniciativa que Foro ganando así las abstenciones necesarias para conseguir la aprobación del presupuesto municipal de este año.

En esta segunda convocatoria el compromiso económico es de 3.050.000 euros para el ejercicio en curso y un compromiso de 1.275.000 euros para el año que viene. En total, 4.325.000 euros. Parte de ese dinero tendrá que servir para dar cobertura a los beneficiarios con resolución positiva de la primera convocatoria pero sin dotación económica. La intención es que la nueva convocatoria finalice el día 20 de este mes.

No hay cambios sustanciales ni en los importes básicos a garantizar, ni en los productos que se pueden comprar ni en las exigencias para ser beneficiarios. Solo matices técnicos que, en el caso concreto del uso de tarjetas supone dividir en dos pagos las ayudas que sobrepasen los 2.500 euros. Serían dos pagos semestrales y para hacer efectivo el segundo se exige haber consumido al menos el 80% del importe correspondiente al primer ingreso.

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