El gijonés acusado de agredir al vendedor de la ONCE que le ofreció un cupón mientras comía en una pizzería de la calle Muelle de Oriente aceptó ayer el cargo de un delito de lesiones por el que estaba acusado, tanto por la Fiscalía -que pedía inicialmente dos años de prisión- como por la acusación particular y fue condenado a tres meses de prisión. No obstante, podrá eludir la privación de libertad siempre que cumpla con la responsabilidad civil impuesta y no cometa delito alguno por un periodo de dos años.

"Sólo le empujé". Fueron las únicas palabras del procesado antes de responder afirmativamente a los cargos después de que las partes llegasen a un acuerdo sobre la cuantía de la indemnización. El hombre deberá abonar 1.407,51 euros por las lesiones causadas y otros 888 euros por lucro cesante, además de las costas y el pago a Sespa de los gastos médicos generados, que suman 56,98 euros. Para ello, la magistrada del Penal número 3 accedió a que el pago fuera fraccionado en 46 plazos.

Las partes estuvieron también conformes en que si abona la totalidad de la indemnización y no delinque durante dos años se suspendería la privación de libertad de tres meses a la que ha sido condenado. Una condena firme al entender que al existir acuerdo entre partes no habrá recurso posterior a la misma.