Un joven gijonés ha aceptado dos años y tres meses de cárcel como autor de un delito de estafa cometido contra un amigo, al que le suplantó la identidad para contratar líneas de telefonía. Aceptó la pena después de que su defensa lograse que Fiscalía y acusación particular rebajasen su petición al apreciar la atenuante de reparación parcial del daño -el procesado abonó ya 450 euros-.

Ahora, deberá pagar 626 euros a Vodafone, otros 1.536 a Telecable, otros 664 a Orange y 298 euros a MoviStar. Además, 2.120 euros al amigo al que suplantó la personalidad y 550 euros para una de las personas que compró uno de los móviles adquiridos durante esta estafa.