Cinco paneles de dos metros por uno que recogen demoledores testimonios gráficos (las muertes causadas, por ejemplo, por la aviación franquista), así como explicaciones y breves biografías constituyen los materiales de "Sufrir la guerra, buscar refugio (Asturias 1936-1937)", exposición que se inauguró ayer en la Biblioteca Jovellanos. Está organizada por el Grupo Eleuterio Quintanilla, sección educativa del Ateneo Obrero.

"Aquí no se cuentan las batallas, sino los padecimientos de la población civil", explicó Chema Castiello. Un dato: Gijón, que tenía un censo de 80.000 habitantes, llegó a acoger a 300.000 personas (más que su población actual) en los días de la caída del Frente Norte republicano, en octubre de 1937. Bombas, hambre y unas muy precarias condiciones de vida. Unas 70.000 personas se vieron obligadas a abandonar Asturias: fueron a defender Cataluña o al exilio. La muestra documenta a algunos de los protagonistas de aquel éxodo, cuando Asturias también fue Siria. "Planteamos una reflexión moral y miramos hacia una historia que debemos recuperar", dijo Castiello.