La conversión de suelo industrial en terciario en favor del desarrollo de grandes áreas comerciales en la periferia de Gijón es una fórmula de vulnerar desde el nuevo Plan General de Ordenación (PGO) las directrices de comercio que el Principado de Asturias aprobó en 2010. Esa es la queja que la edil socialista Begoña Fernández hizo pública ayer tras presentarla ante los miembros de la comisión de Urbanismo, que preside el edil forista Fernando Couto. La concejala de la oposición entiende que Foro busca ese incumplimiento de manera "deliberada". Su queja tiene dos ejemplos.

El mayor se ubica en Porceyo con un cambio de suelo industrial a terciario en un ámbito de 224.000 euros. Sumado ese suelo al área comercial ya existente (fundamentalmente Alcampo) se generaría un espacio de 336.000 metros cuadrados. "Muy por encima, por ejemplo, de los 230.000 de Parque Astur", concretó la concejala para quien también es reseñable que la operación comercial se defina en una zona sin trama residencial.

Aunque más pequeña también resulta preocupante para el PSOE una operación similar de 38.000 metros cuadrados entre la avenida de Juan Carlos I y Tremañes, en el entorno de la abandonada nave de Flex y muy cerca del Carrefour de La Calzada. Fernández recordó que esta actuación genera una ruptura sobre la futura trama urbana de ese entorno ya que en todos los planeamientos urbanísticos, incluido el que ahora está en periodo de información pública, se fija la conversión de la cercana avenida del Príncipe de Asturias en una vía urbana rodeada de viviendas cuando deje de ser esencial para las comunicaciones del puerto del Musel. La suma de ese nuevo espacio al comercial ya existente consolida en la zona un área para ventas de 80.000 metros cuadrados.

La concejala socialista entiende que estas operaciones que ampara el PGO tienen consecuencias muy negativas para la ciudad. Y no sólo en lo que tiene que ver con promover espacios de competencia con el pequeño comercio local. Para Fernández ubicar centros comerciales en la periferia genera un fenómeno de desestructuración de la trama urbana dando pie a problemas de movilidad y de contaminación generada por el tráfico. "Y sin ganar ni un puesto de trabajo más porque al final serían reubicaciones de lo que ya existe", remató la edil.

El PSOE es el único partido de la Corporación que no ha apoyado con sus votos el documento urbanístico. Su denuncia sobre la transformación de suelo industrial en terciario se suma a la realizada, también en comisión de Urbanismo, sobre la eliminación de la catalogación de jardines históricos en la ciudad. Fernández matizaba ayer que esta siguiendo esta vía de trabajo ante la imposibilidad de haber podido explicarlo en el Pleno de aprobación de la segunda información pública del documento urbanístico. La socialista achaca al pacto urbanístico entre Foro, IU y Xixón Sí Puede "que no se pueda hacer un control del documento. Si la primera vez el control fue ficticio, ahora no hay ni esa ficción".

Sin participación

Fernández asegura que "ni hay control público al gobierno ni participación ciudadana". Y es que más allá de lo que ocurre dentro de la Casa Consistorial con el Plan General de Ordenación, la edil socialista denunciaba ayer carencias en el proceso de información pública del documento. El Ayuntamiento habilitó una oficina especial para atender las consultas de los vecinos pero Fernández asegura que "los planos a escala 1-5000 no están. A quienes los piden se les remite a la página web del Ayuntamiento. El contrato con el equipo redactor establece que se entregarían seis copias completas del Plan en papel. ¿Cómo es posible que se les niegue a los ciudadanos una copia?".

Fernández también reprochó al gobierno de Foro que las únicas reuniones de presentación del documento a los vecinos -seis en concreto- se hubieran hecho sólo en la zona rural y sin difusión pública.