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Un aniversario en pleno proceso de cambio del gran proyecto de ciudad

Gijón reorienta su Norte

La sociedad que gestiona el plan de vías alcanza su 15.º aniversario entre una limpieza de los suelos abandonados y la redefinición total de los acuerdos del convenio que le dio vida

Una vista del "solarón" como parque. MARCOS LEÓN

Limpiando la maleza de unos terrenos abandonados a la espera de una estación y rehaciendo de pe a pa el texto del convenio que le dio la vida llega Gijón al Norte al festejo de su 15.º cumpleaños. Más promesas y anuncios que hechos y logros jalonan el devenir de esta sociedad constituida formalmente el 21 de noviembre de 2002 para "gestionar el desarrollo urbanístico y ejecutar las obras de infraestructura correspondientes a los terrenos liberados en el entorno de las estaciones de Jovellanos y El Humedal". El prólogo a su constitución fue la firma, en septiembre de aquel año, de un convenio para la integración del ferrocarril en Gijón entre el Ministerio de Fomento, el Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Gijón. Socios al 50, 25 y 25 por ciento respectivamente de Gijón al Norte, a quien le daban la responsabilidad de coordinar todas las actuaciones sobre la nueva estación intermodal y su conexión con el túnel del metrotrén y ejecutar el diseño urbanístico de una zona que cambiaba vías de ferrocarril por pisos, parques y rotondas.

En el ámbito de las actuaciones ferroviarias, y a través de convenios con Fomento, a la sociedad se le encomendó en mayo de 2009 encargarse de la ejecución de una estación provisional en Sanz Crespo -la que sigue siendo la estación de tren de Gijón y con visos de perdurar varios años más- y del desarrollo de actuaciones complementarias en La Calzada y Tremañes con cambios de vías y un nuevo edificio técnico en esa zona. Proyectos con un coste de 12,2 millones el primero y 7,4 millones el segundo.

Y ya en abril de 2011 la misión de Gijón al Norte fue poner en marcha las obras de supresión de la barrera ferroviaria con la demolición de las estaciones de Jovellanos y El Humedal con un coste de 5,6 millones. Todas las obras y estudios ejecutados tanto por la sociedad como por Fomento en estos años suman 42,7 millones de euros. Parece mucho y es casi nada dentro de un proyecto de cientos y cientos de millones.

Aunque hablando de trabajos hechos en ese ámbito ferroviario quizás hay otros de menor envergadura económica pero de más repercusión en el día a día de los gijoneses. Esos logros son los pasos peatonales de conexión entre barrios a la altura de la playa de Poniente y la Comisaría de Policía, ese espacio de aparcamiento que sustituyó a la desaparecida estación de largo recorrido y el sembrado que convirtió una zona abandonada frente a la iglesia de San José en los Jardines del Tren de la Libertad.

A Gijón al Norte le correspondió también ocuparse del plan especial para el diseño urbanístico de la zona. Una vez que las empresas ferroviarias le cedieron la titularidad de ese suelo. El plan que hoy se mantiene vigente se aprobó en agosto de 2008 a partir de una propuesta de los arquitectos Jerónimo Junquera y Javier Fombella tras ganar un concurso internacional. Entre otras muchas cosas ese diseño generaba cinco torres de entre 19 y 27 alturas en la avenida de Juan Carlos I, dejaba espacio para un proyecto de hotel de cinco estrellas de los Masaveu con un original diseño del arquitecto Alejandro Zaera, creaba una gran área residencial con una galería comercial bajo una cubierta de cristal en El Humedal, convertía Sanz Crespo en una vía-parque, reordenaba el tráfico en toda la zona y creaba una cubierta vegetal de paseo y ocio sobre la estación intermodal a la altura de Moreda. El plan generaba alrededor de 1.400 viviendas cuya venta sería la vía de ingresos para hacerle realidad el plan de vías

No sin polémica por la cuantía de la licitación -60.000 euros- está en marcha ahora mismo la contratación del equipo que se encargue de rediseñar toda esa operación. ¿Razones? Una básica. La decisión política confirmada en julio de este año de reubicar la estación intermodal que estaba prevista en Moreda a la altura del Museo del Ferrocarril obliga a cambiar la ubicación de todas las piezas del puzzle: viviendas, viales, parques, paseos... Eso sí, con la orden de seguir buscando el mayor aprovechamiento económico posible porque cuanto más gane Gijón al Norte vendiendo los solares menos dinero tendrán que sacar de sus huchas las administraciones públicas que la forman. En estos momentos se está modificando el convenio de Gijón al Norte para dar cabida al nuevo proyecto y su financiación que, solo en el plan de vías, suma 403 millones y casi el doble con el comprometido soterramiento de vías hasta Cabueñes, por un lado, y La Calzada, por el otro.

Años de gastos sin ingresos e idas y venidas políticas han dejado a la sociedad en una situación de mínimos a nivel económico y administrativo. Gijón al Norte vive de un préstamo de 36 millones suscrito en 2013 y reformulado a finales de 2016. La entidad que debe gestionar un proyecto de más de 400 millones cerró sus últimas cuentas con un beneficio de 14,18 euros: 1,42 euros se fueron a reserva legal y 12,76 a compensación de pérdidas. En cuanto al equipo estable, y tras la jubilación como director general de la sociedad de Pedro Blanco en 2013, se limite a tres personas. Ellas soplarán las 15 velas.

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