El parque de Isabel la Católica supone un gran pulmón natural en el seno de Gijón, con una gran importancia medioambiental por su abundante flora y su llamativa fauna. Sin embargo, muchos desconocen que este emplazamiento cuenta en su interior con gran cantidad de joyas arquitectónicas y monumentales que hacen del parque "un auténtico museo al aire libre".

Columnas del siglo XVII que formaron parte de la capilla de San Antonio de Somió, un estandarte que señala a Gales, un preciosista templete ornamental para fuente construido en Escocia o el primer monumento levantado en honor a Alexander Fleming en el mundo son algunas de las piezas que en el día de ayer descubrieron quienes participaron en la yincana "Los tesoros del parque Isabel la Católica", organizada por el Ateneo Obrero de Gijón dentro de las jornadas que conmemoran los "80 años del expolio del Ateneo Obrero de Gijón". Una celebración que coincide, además, con el 70 aniversario de la apertura al público del parque.

"Hay que saber disfrutar de la ciudad en la que vivimos", aseguró el historiador Héctor Blanco, socio del Ateneo y organizador de la actividad, "hay muchísimas cosas de Gijón que la mayoría de las personas no conocen, tenemos muchas joyas de gran valor a nuestro alcance y no nos damos cuenta".

Por ello, uno de los fines de esta actividad, el puramente reivindicativo. "Hay que poner en valor el patrimonio que alberga el parque", aseveró Blanco, "es un museo al aire libre, pero la inmensa mayoría de sus piezas no están ni siquiera identificadas y, lo que es peor, no están debidamente mantenidas", explicitó.

El otro componente fue, sin duda, el lúdico. "Fue una mañana muy divertida, un plan distinto", aseveró Marta Crego, portavoz del equipo vencedor quizá porque, enfatizó, "miramos algunas cosas, traíamos algo estudiado de casa". Aun así, Crego aseguró haber aprendido "muchas cosas nuevas, que nos sorprendieron y que no habríamos llegado a saber si no llega a ser por las explicaciones que nos dieron".

"Había cosas que nos sonaban, pero de la gran mayoría no teníamos ni idea o las conocíamos pero no su significado real", confesó Rosa Gallego, otra de las participantes en la yincana, acompañada de familiares y amigos. Gallego aseguró que la actividad le trajo "muy buenos recuerdos" pues este fue "mi parque de la infancia" al que suele acudir a dar paseos aunque, lamentó "cada vez menos".

"La idea era salir un poco del esquema clásico de actividad, con charlas o conferencias, y hacer algo más participativo", analizó Luis Pascual, presidente del Ateneo Obrero de Gijón, "y más aún poder hacerlo en el entorno de la ciudad, que es la que da su razón de ser al Ateneo, que siempre tuvo un desarrollo social y económico muy relacionado con la ciudad". La misma que guarda, en sus recovecos, gran cantidad de joyas que sus habitantes desconocen.